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Juan Emilio Mirabustos

MIEDO o CAMBIO: la gran encrucijada argentina de cara a la segunda vuelta electoral

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El triunfo del peor gobierno de la historia democrática argentina en las elecciones presidenciales sorprendió a propios y ajenos. Sin embargo, nada está definido. Todavía la República tiene un as en la manga para desterrar al populismo. El dilema es cómo se va a usar.

Por Juan Emilio Mirabustos

La primera impresión fue un graph de La Nación Mas: “Euforia en el bunker de Massa”. Después era ver cada uno de los tuits (ahora se llaman posts por el cambio de Twitter a X) donde el desánimo se hacía notar. No pasaron muchos minutos para enfrentarse cara a cara con lo imposible: Sergio Massa, el peor ministro de economía de la historia, que con su “gestión” trepó el dólar arriba de los 1000 pesos, una inflación interanual del 120% y una devaluación aún más devastadora que la de Duhalde después del golpe a De la Rúa, quien se postula como presidente de la nación por cuenta y orden de Cristina Fernández de Kirchner ¡¡ganó las elecciones!! Y lo más curioso es que va a segunda vuelta con Javier Milei, que quedó segundo a 6 puntos y medio. La verdadera “esperanza blanca” republicana Patricia Bullrich quedó tercera y lejos. Eran los resultados de las PASO pero con las planillas dadas vuelta y desordenadas. Ni ellos, el kirchnerismo, podían creerlo. La mayoría de la gente eligió al tipo que arruinó el país en tiempo récord. ¿Cómo fue posible? Resumiéndolo, en una palabra: miedo. Ganó el miedo. Ganó el “dejemos todo como está antes de darle las llaves de la rosada a un loco”. La gente se paralizó mientras contaba los billetes crocantes que le regaló el “estado presente”. El infame “plan platita” funcionó como un reloj, mientras que, del otro lado de la grieta, los estadíos pasaron de la sorpresa a la tristeza y de ahí, sin escalas, a la furia. ¿Cómo puede ser que un chantapufi como Massa, después de decenas de casos de corrupción y dinero malhabido, como los casos de Chocolate Rigaud y el yate de Insaurralde, haya dado vuelta una elección así?

Es cierto, las PASO fueron demasiado parejas y cualquiera lo podía ganar y pasar a un seguro balotaje con el segundo en votos, pero de ahí a que uno que haya salido tercero, termine primero, es algo que nunca sucedió desde que el mismo kirchnerismo pudo imponer este sistema de internas obligatorias. Y en esa campaña del miedo, tiene que haber un villano enfrente. Era imposible competir con una heroína como Bullrich. Había que tener enfrente un villano batmanesco, histriónico, fácil de cachetear mediáticamente. Casi como un relojito, la micromilitancia K empezó con el “si gana Milei”, casi como un calco del “si gana Macri” del 2015. Milei y toda La Libertad Avanza compró la pulseada. La campaña del partido de Milei fue la más embolante de todas, con spots brutalmente aburridos, sin la creatividad y el impacto de las de Juntos por el Cambio. La pelea de fondo que se supo imponer es la del “loquito” contra el futuro “moderado”. Y el kirchnerismo no solo ganó poniéndole plata en el bolsillo a la gente, sino que tenía enfrente a alguien que se sacó de encima a una candidata a base de insultos y mentiras, como la de “poner bombas en los jardines de infantes”. Todos los dardos iban para Patricia. Ninguno, absolutamente ninguno, iba para Massa. De hecho, el líder libertario lo confesó: “quiero un balotaje con Massa”. Ambos sabían que con Bullrich perdían por paliza la elección nacional. Había que correr a “la borracha”, como la insultan desde todo el kirchnerismo. Y la polarización funcionó. Todos hablaban de una pulseada Massa-Milei. Patricia Bullrich, que hizo un campañón recorriendo el país, que le ganó a Horacio Rodríguez Larreta limpiamente las internas y que iba a ser Jefe de Ministros en su mandato, quedó afuera de todo. A diferencia del peronismo cuando pierde, todos dieron la cara, confirmando unidad y dignidad al mismo tiempo.

¿Y AHORA QUÉ?
Atrás quedaron los términos de “casta” después de transar con los sindicatos peronistas de Barrionuevo y Sobrero, de “viejos meados” a los opositores históricos, la “montonera que ponía bombas en jardines de infantes”, la famosa “motosierra” que ahora es un animalito de peluche en brazos de la polémica Lilia Lemoine, hoy diputada electa, que le hizo perder votos a LLA con sus delirantes propuestas parlamentarias. Hasta parece que va a quedar atrás también ese papelón de cantar “Panic Show” a capella delante de una horda de post-adolescentes ávidos de sangre, aunque sea comprada en Bazar Yankee. Javier Milei y todo su séquito de La Libertad Avanza empezó, desde el minuto cero y con los resultados en la mesa, a hablar de “unidad para sacar al kirchnerismo”. Semejante confianza y guapeza de semanas atrás, los puso entre la espada y la pared. Aún no le pidió disculpas públicas a Patricia Bullrich, pero ya la quiere en su gabinete de ganar las elecciones. Massa es menos ambicioso: quiere sumar al radicalismo tibio, que tiene en Ricardito Alfonsín y Leopoldo Moreau, su ala más peronista y arrodillada. Ahora sí La Libertad Avanza se acordó que el verdadero enemigo de la democracia es el kirchnerismo, pero necesita “desenemistarse” en menos de tres semanas con quienes podrían ser sus aliados no sólo en segunda vuelta. Y es así: desde JxC van a seguir las propuestas que emanen del partido que ya no tiene sólo 3 diputados y ningún senador. A pesar de los títulos catástrofe de muchos medios, que solo ven los 16 partidos bonaerenses que perdió con el peor gobernador bonaerense de la historia, hoy reelecto, Axel Kicilof, Juntos por el Cambio tiene 10 de las 14 provincias argentinas. Cualquiera de los dos que gane, tiene por delante mucho consenso con esas provincias que no son los clásicos feudos del peronismo. Hablando de uno de ellos, como Catamarca, todavía está vivo el recuerdo de Alberto Rodríguez Saa retando a la población mientras se daba virtuales golpes en el pecho por perder unas PASO. Salió a la calle con una libretita, al mejor estilo del patrón del mal, y fue preguntándole a la gente qué quiere. Y le decías “una casa”, “un auto” y él anotaba. El resultado de ese cartoneo fue de una vergüenza ajena monumental: dio vuelta el resultado en las generales y fue reelecto. Compró a la gente y la gente lo compró a él, como si fuera una transacción comercial y no el destino de una provincia. Nadie se anima a decir que la culpa es de la gente cuando sucede esto. Cuanto más pobres son, más miedo tienen de progresar, de cambiar, de jugarse a algo mejor. Prefieren seguir haciendo caca en un balde porque es más cómodo y nadie los molesta. No hagamos enojar a papá Perón. Malo conocido sí, bueno por conocer, no.

¿Y DESPUÉS QUÉ?
El paladar negro cambiemita le dio la espalda al balotaje. Rosario Agostini, la periodista jujeña que se jugó a meterse de lleno en política, dijo que no va a ir a votar, después del desastroso resultado en su provincia, perdiendo dos senadores. La mayoría de los trolls de Juntos, seguramente con la sangre aún caliente, tuiteaban al borde del suicidio. Pero cuando la sangre se empieza a enfriar, nos damos cuenta que ahora los roles se cambiaron. Ya no es LLA el decisor de una elección. Ahora lo es JxC. 24, casi 25% de los sufragios, te definen una elección. Eso fue lo que sacó Juntos. Obviamente que nadie del cambiemismo te va a votar a “Ventajita” Massa, pero el voto en blanco lo puede llegar a favorecer si la tendencia le es ganadora. El ausentismo no sirve salvo para decidir rápido una elección. La gente tiene que participar y, como dijo el periodista Javier Lanari, “votar en contra del peor”. En el exterior, la tendencia fue casi la misma que hace cuatro años: Juntos por el Cambio arrasó con el 70% en todo el mundo, incluso con el voto por correo prohibido por el gobierno de Alberto Fernández. No hay que dejar eso de lado. Las casi 500.000 personas que viven fuera de Argentina y están habilitadas a votar son el 2% del total de electores y, como se vio en los medios, tuvo una concurrencia masiva a los consulados. Son dos puntos que también suman, aunque en el exterior no es obligatorio el voto y se hace con boleta única. El cordobés Juan Schiaretti, que sacó casi 9 puntos en estas generales, les dio libertad a sus votantes. La izquierda, ese eterno furgón de cola del peronismo, muy probablemente vote con alegría a Massa. Una posibilidad es que el kirchnerismo haya llegado a su techo. El 74% de participación electoral, el más bajo desde que volvió la democracia en 1983, puede que no suba más de dos puntos. Aún nada está definido, será el mes más largo del año y todo puede suceder, incluso, una catástrofe como la del domingo 22 o si no, algo mucho peor. El periodista Jonatan Viale le dijo prácticamente en la cara a su invitado Javier Milei mientras hacía su editorial post-elecciones: cuando la oposición va dividida, el peronismo siempre gana. Pasó en el 2003 y ganó Néstor. Pasó en el 2007 y ganó Cristina. Pasó ahora y ganó Sergio. Todas victorias kirchneristas. Todas. Va a ser muy difícil que la gente entienda lo que es una interna en unas PASO, otro de los grandes talones de Aquiles de JxC, donde se han dado innecesariamente con todo, como si fueran dos partidos distintos y no dos corrientes de un partido, pero ya pasaron esas y las generales. Repetimos: Juntos por el Cambio define la segunda vuelta. Depende de la templanza de unos, el consenso de otros y de que la sociedad le pierda el miedo al kirchner-peronismo, que el fin de este año sea el comienzo del fin del populismo que nos ha hecho retroceder más de 20 años como país.

MÉXICO Y SU LABERINTO POPULISTA

1024 576 Juan Emilio Mirabustos

Morena, el kirchnerismo mexicano que gobierna nacionalmente desde 2018, ganó uno de los tres estados más grandes del país del norte. Los otros dos, los tiene la “otra izquierda” ¿Continuidad del régimen populista de López Obrador o refugio ante una posible derrota en las presidenciales del 2024? Los preocupantes paralelos de un país que en menos de seis años se empezó a parecer demasiado a la Argentina kirchnerperonista que estamos padeciendo.

“Fue el partido el que robó a trabajadores de Texcoco, no yo”. Una frase que haría perder a cualquier candidato, la dijo alguien que terminó ganando las elecciones este domingo 4 de junio. El contexto es devastador. Quien dijo esa frase en un debate fue Delfina Gómez, la candidata a Gobernadora por el Estado de México por Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), el partido de izquierda populista que fundó el actual presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y que logró, además de desintegrar el movimiento izquierdista que él integraba con el PRD (Partido de la Reconstrucción Democrática) a la cabeza, integrar a México en ese selecto grupo de países inundados de asistencialismo, falso progresismo y agresión física y verbal a todo lo que se oponga a su ideología. La “maestra” Delfina, cuando fue presidente municipal de Texcoco, uno de los municipios más pobres del Estado, le quitó (ni siquiera le pidió) a cada empleado del municipio el 10% de sus sueldos para “la causa del partido”. Sí, cada municipal le tenía que dar el “diezmo” a la “maestra” cada mes. Esta situación escandalosa hizo que se iniciaran acciones legales contra Morena, que seguramente quedarán cajoneadas por seis años, lo que dura un período gubernamental en cada estado mexicano sin posibilidad de reelección, salvo en las áreas municipales, que duran dos años con una reelección posible.

Un debate que definía una elección, fue ninguneado por la mayoría de los votantes. En el primero de los dos que se hicieron, Delfina Gómez (a la izquierda de la foto, naturalmente), la candidata del populista Morena, mandó al frente a su propio partido en un caso de corrupción que la tocaba. Un papelón que hoy es apenas una anécdota, al menos por seis años.

El “diezmo de Texcoco”, un escándalo que haría perder hasta al más posicionado candidato, se ignoró por completo en las urnas. Enfrente, Delfina Gómez tenía a Alejandra Del Moral, una muy joven candidata por la Alianza Va por el Estado de México, que integra casi toda la oposición al régimen morenista. Y cuando se dice casi toda, es tal cual: la derecha del PAN (Partido Acción Nacional), el conservacionismo del PRI (Partido Revolucionario Institucional), la izquierda del PRD y el progresismo de Nueva Alianza. Juntos, venían de unas elecciones de medio término exitosas, recuperando la mitad de la Ciudad de México y cambiando el color guinda de Morena que invadía casi todo el territorio mexiquense, con excepción de un solo municipio chico. Las encuestas no favorecían desde un principio a la candidata aliancista, pero muy lentamente se empezó a notar la experiencia en los armados de los principales partidos, con actos en lugares estratégicos, invasión de carteles “espectaculares”, como les dicen allí a las gigantografías, en las principales vías de acceso al Estado y algo inédito en la política local: la candidata tenía una campaña distinta por cada partido que integraba la alianza, por ejemplo, para los afiches del PRD, se ponía una camisa amarilla; para los del PAN, la camisa blanca con el logo y para el PRI, de donde es Del Moral, el rostro de ella junto al logo del centenario partido. La diferencia con la campaña de Morena era abismal. Los afiches de Delfina Gómez, además de ser escasos en comparación con su rival, sólo resaltaban el logo del partido de AMLO y muy en pequeño, sus aliados; el polémico Partido Verde y los fundamentalistas de la izquierda rancia del Partido del Trabajo.

El resultado de esa campaña fuerte empezó de manera lenta a dar vuelta las encuestas que favorecían al populismo. Nadie quería escupir para arriba, pero muchos empezaban a mirar con menos recelo a Alejandra Del Moral, una mujer que fue presidente del municipio de Cuautitlán Izcalli y renunció a su cargo (no se tomó licencia: renunció) para ser candidata a Diputada Local por el PRI y luego pasando por distintos estamentos en el gobierno estatal actual. Nunca le cazaron un fulbo. Nunca le descubrieron un acto de corrupción, ni siquiera su oposición más directa. Era, de las dos que terminaron compitiendo, la más “limpia”. Pero, ¿iba a alcanzar con eso para llegar a la gobernación de uno de los tres estados más importantes del país?

El conteo rápido de votos daba, desde horas tempranas, a la candidata de izquierda como ganadora de las elecciones para gobernar el Estado de México. Sin embargo, esos 8 puntos de diferencia fueron pocos comparándolos con los del Estado de Coahuila, donde la alianza opositora a Morena aplastó al partido de López Obrador con casi 35 puntos de diferencia. La abstención en el “Edoméx” fue de más del 50%. En México no es obligatorio votar. (foto: Imagen Noticias)

EL INFIERNO TAN TEMIDO

El PREP o Conteo Rápido que se hace apenas cierran las urnas (en el mismo horario que en nuestro país) se hace en base a lo que se pone en el formulario general. La siguiente etapa es el conteo de los votos uno por uno, pero ese conteo primario ya es una seguridad de lo que va a ser el conteo de votos más largo. En los primeros 15 minutos se veía un cabeza a cabeza que favorecía a la candidata de la alianza, pero no pasaron ni otros 15 minutos que se dio todo vuelta y por poco más de 8 puntos de diferencia a favor de la candidata del presidente. Con casi el 35%, la cosa terminó siendo irremontable y Alejandra Del Moral, Ale, la “valiente” como era la palabra clave de su campaña, salió a admitir la derrota y le deseó muchos éxitos a Delfina Gómez en su nueva etapa como gobernadora mexiquense. Un gesto inédito si ocurriese en nuestro país, donde gente condenada ni siquiera entrega el bastón presidencial.

BANCANDO LOS TRAPOS. Ale del Moral no tuvo drama en ponerse la camisa o el saco o el chaleco de cada partido que conforma la alianza Va por el Estado de México para promocionar su candidatura. Más ejemplo de unidad, imposible. Distinto panorama fue el de Delfina Gómez, quien solamente tuvo ese modelo de afiche con el logo de Morena bien grande y los “socios” políticos abajo, bien chiquitos.

Las preguntas salen solas. ¿Qué tuvo que pasar para que una maestra militante, que tiene muy poca preparación perdiendo los dos debates en que participó (junto a esa famosa frase del principio de esta nota), que se choreó hasta el agua de las macetas siendo “intendente” de un municipio subdesarrollado, haya ganado un Estado tan clave como el de México? ¿Por qué esta vez falló el armado del PRI, que gobernó durante décadas y se aseguraba más décadas de gobierno? Quizás una de las respuestas haya sido la elección de la candidata, aunque haya sido por voluntad unánime de todos los partidos que se aliaron. Ale Del Moral tenía todo para ganar una elección, de no ser porque es del PRI, un partido al que muchos le huyen por episodios que marcaron negativamente la historia de México. Desde el asesinato de un candidato de su propio partido, Luis Donaldo Colosio, a principios de los ’90, que le dio vía libre a que el delfín del presidente Carlos Salinas de Gortari llegue a la presidencia, luego de aplicar un Rodrigazo que devastó la economía mexicana, pasando más atrás en el tiempo por cachivaches como Gustavo Díaz Ordaz, quien mandó a reprimir con balas de verdad las manifestaciones estudiantiles durante las olimpíadas locales en 1968. Ese año, el 2 de octubre, se juntaron miles de jóvenes en la expalanada de los edificios de Tlatelolco. Díaz Ordaz mandó a poner decenas de francotiradores y pergeñó una de las masacres más dolorosas de la región, con incontables víctimas fatales. Ni Salinas ni Díaz fueron enjuiciados: metieron un par de perejiles a la cárcel y a dar vuelta la página. Algo empezó a cambiar en esa década cuando aparece en escena el PRD con toda la izquierda unida ganando por primera vez la cosmopolita Ciudad de México y en la siguiente década con la nación en manos del PAN. El PRI empezó a perder mucha fuerza electoral y, si bien seguía teniendo fuertes bastiones, algo no tan agradable empezaba a oler en esa Dinamarca. Y así fue que en 2012, Andrés Manuel López Obrador se va, no en muy buenos términos, del PRD tras perder por muy poco las elecciones del 2006 (recordemos que sus comienzos políticos fueron en los años 80 ni más ni menos que con el PRI, para luego abrazar el otro extremo de la política) y funda Morena, llevándose a muchos militantes y dejando pedalear en el aire a quienes no se subieron a ese tren, que en parte fundaron Movimiento Ciudadano, una escisión de toda esa izquierda hoy desunida, que actualmente gobierna Nuevo León y Jalisco, los otros estados más importantes del país. Si bien el PRI terminó siendo el “peronismo mexicano” por todos los años que gobernó y tuvo varias intentonas de algunos presidentes de reivindicar su imagen a través de marchas de apoyo, en el partido nunca hubo un “líder mesiánico” como sí lo hay en Morena con AMLO. Nadie se percató de ello, la gente estaba con hambre de alternancia y tras dos intentos de llegar al poder, en 2018, frente a dos candidatos “inexistentes”, AMLO llega a la presidencia del país con casi el 55% de los votos. El pensamiento promedio de la gente era “ya está grande, démosle una oportunidad”, pero el tiro en el pie se empezó a sentir fuerte al año del mandato, con conferencias de prensa todos los días despotricando a los “conservadores”, con la cancelación de la construcción del aeropuerto más moderno de la historia de la región y reemplazándolo por uno más precario, presumiendo una austeridad que no existe entre sus familiares con casas en Miami y Europa, intentando desintegrar al INE, el instituto que regula todas las elecciones del país, para intentar poner su propio régimen electoral, agitando todo el tiempo entre sus seguidores, ya fanáticos, el culto a su personalidad… Muchos dan cuenta que este sexenio (seis años de gestión, a diferencia de los cuatro en nuestro país) es el más interminable. Aún falta un año para las generales, toda una eternidad. Al menos en el plano político, ya que la economía, siempre fluctuante, se mantuvo bastante estable en estos años gracias a la iniciativa privada. Un salvavidas de donde agarrarse para el “kirchnerismo mexicano” que hasta el año que viene gobierna el 90% de los Estados del país.

COSTUMBRES ARGENTINAS. Con el mismo color guinda del partido de López Obrador, aparecieron en la populosa Ciudad Nezahualcóyotl estas pintadas. A través de una investigación y posterior demanda, se supo que Delfina Gómez, siendo intendente de Texcoco, le sacó el 10% del sueldo a cada empleado municipal para las arcas de Morena. El día de la votación fueron detenidas decenas de militantes de ese partido mientras les daban dinero a la gente para que voten a la gobernadora electa. Así y todo, el “ah pero la otra es del PRI” terminó ganando, no solo en los municipios más pobres del Estado de México.

Paulina Alejandra Del Moral Vela perdió por ser del PRI. Ni más ni menos. Era la candidata ideal. 39 años, casada, dos hijos gemelos y un prontuario de corrupción nulo. Perdió con Delfina Gómez. 60 años, soltera, conviviendo en su casa con 10 perros y 2 gatos y con el “diezmo de Texcoco” en sus hombros. Alejandra Del Moral tenía a los Salinas de Gortari y los Díaz Ordaz de la vida en sus espaldas y eso fue lo que no quiso votar la mayoría, sin contar a los fanáticos de AMLO. De poco sirvieron los afiches de cada partido aliancista y de convencer al electorado que no es una elección del PRI sino del resto de los partidos. Sin embargo, no hubo resquemores, rencillas ni acusaciones de fraude. En el “Edoméx” se perdió con la frente en alto. Distinto a Coahuila, donde la coalición opositora al régimen obradorista aplastó a su candidato por más de abominables 35 puntos de diferencia. El joven dirigente Manolo Jiménez se impuso con abrumadora mayoría al sexagenario representante de Morena, Armando Guadiana quien, si bien admitió la derrota, no tardó ni un segundo en denunciar “corrupción oficialista” y decirles de todo a los candidatos del PT y de Movimiento Ciudadano por no aliarse con él. Así y todo, ni juntando a los tres llegaban a alcanzar al electo gobernador. Por eso cada elección estatal en México es un mundo aparte. Mientras que en el Estado de México ambos partidos se arroparon bajo las faldas de la electa Delfina, en Coahuila, un conflictivo estado en materia de seguridad, pero emergente en el área industrial por su cercanía al límite con Estados Unidos, la izquierda fue toda dividida. Y es la ley de la política: vas dividido, perdés seguro. Allá en México, acá en Argentina, en donde sea. De no haberse creado Va por México y sus representaciones en cada estado, tal río revuelto iba a terminar con sus aguas de bruto color morado hasta por décadas. Por más que ahora los formadores de opinión, que los hay y muchos en ese país, hablen de que “a Del Moral la dejaron sola”, que el actual gobernador mexiquense Alfredo del Mazo (del PRI) no armó una “elección de Estado” y que todo es una “guerra de egos” entre los líderes de cada partido coalicionista. Algunos de ellos hasta minimizaron el triunfo en Coahuila porque, en teoría, sólo aporta el 4% del padrón si van a votar todos los que están aptos para ello. Como en el fútbol, cuando se pierde, los dedos acusadores aparecen de abajo de las baldosas.

LAS DOS CARAS DE LA VERDAD. Arriba, Manolo Jiménez, el electo gobernador de Coahuila. Abajo, Armando Guadiana, el campechano candidato populista que perdió por una descomunal diferencia. Las caras largas de quienes lo acompañan en esa humilde puesta en escena, lo dicen todo.

DESDE EL ABISMO

Se terminaron 90 años de hegemonía priista en el tercer estado más importante de México. Ese invicto aun lo sigue teniendo Coahuila a través de una alianza con el resto de la oposición. El año que viene comienza una etapa, para muchos oscura, para otros muchos, de total incertidumbre. Delfina Gómez será la representante estatal de un gobierno nacional en franco desgaste y que del cual aún no se sabe quién será el candidato o candidata a seguir con la “cuarta transformación”, la pomposa denominación que le puso AMLO a su propio gobierno, siendo las tres anteriores la independencia del país, la Revolución y la expropiación petrolera, que garantizó el monopolio estatal de los combustibles por más de 8 décadas. A los posibles candidatos los llaman “corcholatas” (tapitas de gaseosa) porque al momento de anunciarse un candidato, ese candidato se “destapa”. Y aunque vociferen lo contrario, ese candidato será ungido por el dedo del líder supremo, así como Cristina ungirá a Wado de Pedro, un seguro sucesor de la política lacayista de Alberto Fernández. El error, si se lo puede llamar así, de Va por el Estado de México, es haber elegido de candidata a una supuesta representante de la “vieja política”, cuando en realidad los oscuros años del más rancio PRI quedaron atrás desde el 2000, cuando el PAN fue gobierno por dos períodos y volvió al poder con Enrique Peña Nieto, el presidente que puso a México en el siglo XXI con dos reformas determinantes: la de telecomunicaciones, ampliando el espectro radiotelevisivo con la llegada de la TV digital junto a la modernización de las comunicaciones telefónicas y de Internet, ampliando la oferta y bajando sus precios, y la petrolera, que logró lo impensado hace años; que petroleras que no sean Pemex (la YPF mexicana) puedan abrir estaciones de servicio propias, ampliando la competencia a niveles inimaginables. En menos de un año, los carteles de Pemex se cambiaban por los de BP, Mobil, Shell, Chevron, Repsol o las nacionales Hidrosina y G500. Todavía hay gente que piensa que el PRI es el de hace más de tres décadas. Ese PRI jamás se hubiera alineado con partidos tan disímiles. Y hablamos de las bases, no de sus polémicos líderes a quienes se les culpa directamente del resultado en tierras mexiquenses. Una muestra: Alejandro Moreno, presidente del centenario partido, salió a festejar un virtual triunfo de Alejandra Del Moral con una camisa roja y su apodo, “Alito” impreso en letras gigantes. Cuando la tortilla se dio vuelta, “Alito” desapareció y, sola con su alma, Ale, la valiente, puso el cuerpo al resultado adverso. Un gesto valorado hasta por los ganadores de la elección de una mujer que, como Mbappé en el mundial que ganó nuestra selección, tiene mucho camino por delante gracias a su juventud. Si los electores ven esa desubicada camisa solamente, no es de extrañarse que se repita en el ámbito nacional lo que pasó en el estatal. En pocos días se estarían definiendo las candidaturas para el año que viene. Y si en ese camino ruedan algunas cabezas, sería hasta el camino más lógico para que la gente deje de votar a “los otros” porque “estos no me gustan”. Así ganaron los Fernández de Kirchner en 2019 y  más atrás en el tiempo, Kirchner en 2003. Y ya sabemos las consecuencias regionales del “voto berrinche”.

DESUBICADOS. Alejandro Moreno, presidente del Partido Revolucionario Institucional, apareció con una camisa con su apodo al anunciarse la posible victoria, que no ocurrió, de Alejandra Del Moral. Con los resultados adversos en la mesa, “Alito” y su camisa desaparecieron. Acá en Argentina como allá en México, es igual: los “líderes” nunca se toman la foto de la derrota. Mientras, en el Palacio de Gobierno, el “kirchnerista” López Obrador “gastaba” a la oposición en su conferencia matutina, que cada vez se parece más a los programas de TV del dictador venezolano Maduro, poniendo un video de una narco-banda llamado “Ya supérame”. Del mamarracho de Coahuila, ni una palabra.

Los tiempos cambiaron, no solamente metiendo de prepo el lenguaje inclusivo en las comunicaciones gubernamentales. El año que viene hay elecciones presidenciales en México. Y de toda la oposición depende que Morena no termine convirtiéndose en una versión aun más rancia que el otrora PRI más rancio. Desde el vamos, se les sudan las manos en hacer la “vamos por todo” de su amiga Cristina Kirchner. Bastantes tiros en el pie se pegaron los que confiaron en “el viejito” y sus fieles representantes.

 

UN CAMINO LARGO Y SINUOSO

Denisse Dresser le bancó los trapos a la “4T” desde sus comienzos, en contra del “dinosaurio” PRI, que aun sigue detestando. Hoy, su realidad es prácticamente inversa a la de aquellos años mozos, como tantos otros decepcionados con este gobierno autocrático. Famosa periodista, escritora y formadora de opinión, no deja íes sin puntos en sus redes sociales y escribió un certero resumen de lo ocurrido, dos días después de aquel domingo electoral donde la izquierda populista ganó otro bastión: “Para los entusiasmados por la victoria de Delfina Gómez, por ser mujer, por su origen, y por el desplazamiento del PRI, van algunas precisiones:
1) AMLO/Morena acaban de encumbrar a una delincuente electoral, que descontó dinero ilegalmente a los trabajadores de Texcoco. Morena fue multado con 4 millones de pesos por la utilización de un esquema paralelo de financiamiento para su partido.
2) Es ingenuo creer que la llegada de Delfina significará el desmantelamiento de las viejas maneras priistas de hacer política en Edomex. Su carrera política en la entidad está vinculada al viejo sindicalismo priista.
3) El mito de su origen contradice su aspiracionismo. Es egresada del Tec de Monterrey, una universidad privada. Colecciona bolsas Louis Vuitton, Chanel y Gucci. Fue representante legal de uno de los colegios privados más caros de Texcoco. Su ruta no ha sido la austeridad republicana o la pobreza franciscana, sino el ascenso social que el presidente tanto critica. (…) Señalar estas contradicciones y mitos en torno a Delfina no es clasismo. Es crítica legítima de ciudadanos que queremos y merecemos más. En la “4T” puedes ser delincuente y gobernadora. Esa es la triste moraleja de un movimiento que nació diferente y se volvió igual.

 

 

HASTA SIEMPRE, EDGARDO

1024 682 Juan Emilio Mirabustos

Una semblanza necesaria para alguien que jamás dejará de ser necesario.
Por Juan Emilio Mirabustos

La mayoría de nosotros lo conoció cuando empezó con su programa de radio, aunque muchos ya lo ubicaban de su participación vecinal y de su gran pasión por los animales, siendo un experimentado entrenador de perros. En un principio, el programa se llamó “Es lo que hay”, salía al aire por la FM Popular y lo conducía con una amiga de él, también bichera y apasionada por la comunicación: Gabriela Rosas. El ciclo fue lentamente mutando a lo que terminó siendo. Gabriela no pudo seguir con el programa (tiempo después condujo su envío propio, “Todo lo contrario”, también en la Popular) y apenas un año después, tras aquel histórico #8N del 2012 que empezó a sacudir ese avispero casi intocable que se convirtió el kirchnerismo cuando la viuda de Néstor fue votada hasta por ajenos, se empieza a meter en el equipo Gustavo Ladelfa. La cosa iba tomando forma. No era solamente la investigación y la denuncia frente a un micrófono, sino también estar en el lugar de los hechos; desde sesiones en el Honorable Concejo “Delirante”, como lo llamaba Edgardo a ese recinto, hasta meterse en el medio del campo que lentamente se iba contaminando de residuos tóxicos, en la zona de Cuartel V.

Una foto histórica. Edgardo haciendo “photobombing” en la comunicación oficial de Mariano West, cuando fue intendente de Moreno. La foto duró poco y nada en las redes municipales.

Todo iba muy bien en el difícil dial de la Popular, siempre condicionado por los anunciantes y las líneas editoriales oficialistamente peronistas, hasta que una investigación involucró a un dirigente muy poderoso de la zona que tenía gran influencia en esa radio. La respuesta fue contundente: “Es lo que hay”, ahora llamado “Moreno lo que hay”, dejó de tener aire en la Popular, comunicándoles ese mismo día de salir al aire e impidiéndoles entrar al estudio, al lado del Moreno Shopping. En solidaridad con semejante censura, algunos programas dejaron de salir por decisión de sus productores y creadores, entre ellos, “El ciudadano” de Héctor Daniel Larsen, que tiempo después y por un corto tiempo, fue dueño de FM Amiga, luego rebautizada Oeste San José, quien les terminó dando aire totalmente libre, no solo como el programa insignia, sino también con “La ventana”, un programa que empezó siendo una distensión, pero se convirtió en la continuación de “Moreno lo que hay”. Por el programa participaron desde proyectos políticos como Jaime Morado, historiadoras como Victoria Armoa, personalidades como Roberto Rimoldi Fraga, hasta promesas políticas que tiempo después, sucumbieron a la presión y al dinero peronista, como el otrora dirigente joven Lucas Franco, entre tantos otros.

Edgardo junto a Gustavo Ladelfa en Radio Contacto, de San Antonio de Padua, la última estación por aire donde se transmitió “Moreno Es Lo Que Hay” en 2017.

“Moreno lo que hay” o “Es lo que hay” pasó por FM Popular, FM Amiga, FM Oeste San José, AM Renacer, AM Contacto, Tu Dial… Llegó a posicionar figuras de la política que no tenían prensa en ninguna parte, aunque la mayoría decidió pasarse al “lado oscuro” y cambiar el Nokia 1100 por el Iphone 14. Recibió incontables demandas, pero si no fueron desestimadas, se ganaron limpiamente. Edgardo recibió decenas de amenazas telefónicas que siempre eran respondidas con risas. A Gustavo le terminaron baleando el frente de su casa. Pero aun así siguieron adelante. Hasta donde se pudo: la hora en las radios cuesta mucho y Edgardo era reacio a aparecer en las redes sociales o en otro medio que no sea una radio y frente al micrófono. Le encantaba: el programa tuvo una temporada que duraba tres horas semanales.

Hasta que en 2017 lo pudimos convencer y empezaron las transmisiones en Facebook live. Todavía faltaba un poco bastante para que llegue la pandemia y todo, o casi todo, sea por Zoom. Las posibilidades de volver a la radio común y corriente eran nulas. Nadie quiere un programa tan comprometido con informarle la verdad a la gente. Es más fácil ser un “empresario periodístico”, llenar de gacetillas las redes sociales y despotricar a la “competencia”, como lo hizo una vez un impresentable comunicador local, diciendo que Ladelfa ni siquiera era un “intento de periodista” e intentándolo culpar de sabotear la presentación de la nueva intendente morenense, también nueva empleadora de ese “periodista”. Quedaba la libertad, algo limitada a veces, de las redes sociales. Y lo que empezó tímidamente como pruebas de transmisión, resultó un programa semanal con muchísima audiencia, invitados especiales, anunciantes y todo lo que la tecnología podía aportar en unos meses tan difíciles como lo fueron en la cuarentena más larga del mundo, que padecimos todos los argentinos, mientras los amigos de la pareja presidencial festejaban cumpleaños y armaban partuzas en la quinta de Olivos.

El afiche que presagiaba un éxito muy grande en las redes sociales. La vuelta de MLQH en formato facebook live, un ciclo que duró cuatro años, hasta fines del 2021.

El programa duró, ya para ese entonces con ediciones discontinuas, hasta diciembre de 2021. Para ese tiempo, la salud de Edgardo empezaba a desmejorar, aunque lo disimulaba muy bien entre los que lo veíamos seguido. Sumado también al estrepitoso fracaso de un gobierno que prometió asado todas las semanas y sólo hay polenta fría, con una inflación que nadie quiere controlar y una falta de trabajo como no se vio en décadas. Todo resultado del voto berrinche para “castigar” a la coalición Cambiemos, hoy Juntos por el Cambio. En ese interín, Edgardo y Gustavo, hastiados del ninguneo de los representantes morenenses de la oposición al peronismo gobernante, decidieron empezar a prestarle más atención a la emergente corriente libertaria, que llegó a ubicarse segunda en las elecciones de medio término en CABA. El programa de radio “Moreno es lo que hay” estaba empezando a ser muy difícil de retomarlo por las ocupaciones de cada uno. Para este año, 2022, empezaron las conversaciones de sociedad con Agencia Nova, el más importante conjunto de medios informativos independientes, dirigido por Mario Casalongue, quien vio con mucha atención el crecimiento de Moreno Es Lo Que Hay como medio en las redes sociales y por la calidad de presentación que tenían cada video que difundían. Y así fue que el 17 de octubre, polémica fecha si las hay, MLQH queda en buenas manos para su consecuente evolución, su crecimiento como medio. Y como una cosa tan extraña y a veces hasta lógica del destino, tres días después de que MLQH se convierta en un medio regional, Edgardo Alejandro Readigos, su creador, nos deja físicamente, tras luchar dignamente contra un cáncer hepático.

Su legado de comunicador quedó bien asegurado. Su legado como ser humano quedó para siempre entre nosotros. Edgardo no solo era ese tipo difícil, complicado y calentón como lo conocimos, “facho” como lo bautizó una profesora de teatro que usurpó una casa para hacerlo centro “cultural”. Era también un profundo ser humano, con el que podíamos tener conversaciones larguísimas de todos los temas, no sólo de la política, que tanto le apasionaba. Como escribieron en las redes, un gran amigo de los amigos, un brillante asador, alguien que siempre te daba consejos para cuidar a tus mascotas, que no importaba la hora, el salía con su coche e iba a ver qué pasó en el difícil barrio donde vivió, Malaver. Nunca dejó de lado su orgullo de ser “nacionalista y católico” entre tanta ideología de género, feminismo fundamentalista y pañuelos verdes que te fajaban si llevabas un pañuelo celeste atado en tu mochila. No le temblaba el pulso para meterse en una pequeña horda de izquierdistas de fotocopiadora de facultad (sí, esa izquierda tan pata de lana del peronismo) que querían embarrar la cancha de las marchas contra el populismo que se seguirán haciendo, increpándolos a voz en cuello con un poderoso “no es el lugar, flaco, no es el lugar”.

Edgardo tuvo su descanso final en Chacarita, barrio capitalino del club de sus amores. Lo acompañamos todos los que alguna vez nos cruzamos con él y lo conocimos bien. Nos hubiera gustado, más allá de las diferencias editoriales, un homenaje de los medios locales. Nadie dijo una sola palabra. Solo los seguidores de MLQH expresaron su dolor por la muerte de alguien que muchas veces les abrió los ojos informando.

Moreno Es Lo Que Hay empezó una nueva etapa, quizá la más importante de todos estos 11 años de existencia. Pero nosotros, los de la primera camada, seguiremos persiguiendo la verdad, no solamente del lado periodístico. En esta web, la primera, la que comenzó con todo lo que actualmente no para de crecer, seguiremos escribiendo, teniendo posición tomada y gran parte de lo que estás leyendo aquí, va a estar también publicado en la flamante web de Moreno Es Lo Que Hay. Aquí seguiremos un tiempo más, hasta acoplar todo en un solo lugar.
Desde donde estés ahora, siendo parte del aire, te queremos agradecer, Edgardo, porque creaste el mejor monstruo que podía tener un pueblo ávido de informarse como corresponde. Pero también dejaste un legado de amistad inquebrantable, algo que es muy difícil conseguir hoy día.

Gracias, por tanto. Y gracias a vos que leíste estas líneas. Sigamos en contacto. Falta cada vez menos para que Moreno deje de ser lo que hay.

CRISTINITA Y EL LOBO

1024 538 Juan Emilio Mirabustos

No hay que pedir permiso para dudar, cuestionar, descubrir, conocer. De eso se trata el verdadero periodismo.

Por Juan Emilio Mirabustos

Ustedes ya conocen el cuento. Pedrito era un niño muy piola que a todos les decía “ahí viene el lobo, ahí viene el lobo” y era un chiste, No venía ningún lobo. Hasta que el lobo vino y nadie le creyó a Pedrito. Conclusión, un poco “gore”, el lobo se comió a Pedrito.

Sólo es cuestión de tiempo para llegar a una conclusión de la cual muchos, en caliente, no se animan a decir porque queda sólo en una simple opinión de un mortal intrascendente: Cristina es nuestro Pedrito. Y el caos social es el lobo que acecha todo el tiempo. Lo peor de todo, es que a este lobo lo criaron ellos mismos para sembrar el terror.

Cuando pensamos que el kirchnerismo había quemado todos sus cartuchos en pos de seguir cubriendo a su líder suprema y sus familiares lacayos, después del desastre que hicieron en uno de los barrios más lindos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fueron más allá, además de siempre querer ir “por todo”. Un loquito, de apellido Sabag Montiel, a quien lentamente van apareciendo famosos y no tanto que lo conocen por ser un cholulo de las cámaras y ser parte del elenco estable de la última época de mediáticos que aparecían en Crónica TV, se metió entre la multitud y con una Bersa apuntó a la cara de CFK. No gatilló, sólo apuntó a la cara. Al investigarse el revólver, estaba cargado, pero sin una bala en la recámara. En los videos en vivo, donde los medios acólitos al régimen K tuvieron la “primicia” en primera plana se podía ver cómo a Sabag lo sacaban del escenario y lo dejaban ir en una esquina. Horas después, lo detuvieron. ¿Ya sabían quién era?

Un día después del “intento de magnicidio” contra CFK, y gracias a un instantáneo “feriado nacional” decretado por el presidente Alberto Fernández, la militancia kirchnerista y los fanáticos de la presidenta vice salieron a Plaza de Mayo a pedir que pare “el odio y la violencia”. El monstruo que ellos alimentaron se les empezó a ir de las manos.

El ataque, atentado o el nombre más de indignación que le quieran poner, perpetrado a la vicepresidente de la Nación, tiene más dudas que certezas. Pero aún tiene que pasar más tiempo para empezar a develarlas. De repente, nos encontramos en abril de 2020, con un Alberto Fernández exultante, con ropa de fajina, combatiendo al virus que “lo combatimos entre todos”, con los medios en pleno, críticos y obsecuentes, mostrando la foto de un Albertito de peluche y lana que hizo una señora jubilada, con Fabiola “organizando” una maratón televisiva onda “Las 24 horas de Malvinas”, donde se recaudaron 85 millones de pesos de los cuales ni un centavo se blanqueó ni se supo de su destino. Una cautela que en realidad disimulaba un creciente miedo e ignorancia ante un covid que no se sabía a quién le iba a tocar porque ni siquiera había una vacuna. Y en el cuarto gobierno kirchnerista que hoy está en el poder gracias al “voto berrinche” capitalizaron todo eso a los ponchazos. La primavera de los primeros meses de gobierno del “capitán Beto” venían bárbaros para que ningún medio los moleste, pero era todo a los ponchazos. Nunca en Argentina hubo, ni hay, una política de prevención. Todos lloramos cuando se inunda, pero baja el agua y nos olvidamos. Todos nos enojamos porque Macri nos empezó a hacer pagar lo que realmente vale la luz y salir del rojo fiscal y votamos al kirchnerismo que tanto odiamos hace 5 minutos. Cuando nos damos cuenta que volvieron al poder por impunidad y seguir robándola en pala, lloramos como cuando se inunda. Y hoy nos inunda la cautela de quienes no se animan a mínimamente suponer que este “atentado” no podría ser más que otra operación político-mediática de gente que antes de fin de año va a terminar lavando tápers. Y no es sólo tapar el trabajo silencioso pero eficiente del fiscal Diego Luciani, presentando una por una las pruebas que incriminan a Cristina Fernández de Kirchner como jefa de una banda delictiva que robó más de 2000 millones de dólares al estado argentino. También se tapó la ineficiente gestión de Sergio Massa en Economía, un abogado que de economía no sabe nada, pero que todavía le siguen debiendo cargos y, quizá, dinero tras haberse trasvestido al kirchnerismo en 2019 junto a su esposa, Malena Galmarini.

El medio oficialista Moreno Visión, donde el 90% de las noticias que emite son comunicados municipales, publicó el comunicado del gobierno de la piquetera Mariel Fernández sobre el feriado nacional. Para el peronismo, “expresar repudio” y “respaldar la democracia” es no trabajar.

El incidente del jueves 1ro de septiembre parecía meticulosamente organizado. Pasa un jueves, el presidente testimonial declara feriado nacional el viernes para que “el pueblo externe su dolor” a algo que nunca sucedió y todo el fin de semana sirve para bajar los ánimos. El lunes, la noticia se va a ir esfumando por sí sola, como suele pasar, que una noticia pasa por encima a la otra. Se ganó tiempo, se ganó empatía, pero para las elecciones falta todavía un año y medio. Aún está el fantasma de la repentina muerte de Néstor Kirchner, que su viuda capitalizó por más de tres años, incluso ganando cómodamente las elecciones de 2011. Ronald Reagan fue víctima de un atentado y en las elecciones posteriores ganó con más de la mitad del electorado. No son simples suposiciones. La empatía que logra la muerte para con cualquier persona es inherente a quien la emite. Ya lo dijo Durán Barba cuando CFK logró más poder sobre el poder en el 2011: “es imposible competir con una viuda”.

Zulma Lobato, el travesti que se hizo una triste fama en los medios, mostró una foto con el agresor a CFK. Un ejemplo de los golpes en el pecho que se dio la colonia artística kirchnerista con el incidente del jueves 1ro.

El arco político opositor, de la manera más razonable, mostró su solidaridad con la víctima. Algo que muchos tuiteros y opinadores de las redes cuestionaron, en muchos casos, duramente. Pero hay que separar la paja del trigo. Nadie quiere a CFK en un cajón. Todos coincidimos que debe ser juzgada y condenada en las múltiples causas que le pesan. Nadie murió, como deseaba públicamente Máximo, el afortunado hijo del matrimonio más corrupto de la historia argentina, quien la mañana antes del incidente dijo “quieren un muerto peronista”. Están completamente decididos a “pudrirla” y por unas horas lograron silenciar a los periodistas más críticos de su gestión. Y así cómo recordamos que la muerte logra empatizar hasta al más descreído, también recordamos que, en el medio del encierro producido por la cuarentena más larga del mundo, la argentina, Alberto festejó el cumpleaños de Fabiola con unos cuántos invitados, en contra del decreto que él mismo firmó, prohibiendo las reuniones sociales. La foto y los videos de la fiesta en la Quinta de Olivos, trabajo encomiable de la periodista Guadalupe Vázquez, fueron la mecha que encendió la bomba que al kirchnerismo le explotó en la cara y que hizo que pierdan las intermedias de 2019 de manera humillante, destapando además, una de las peores gestiones preventivas contra el covid 19 de todo el planeta.

Algunas de las presuntamente espontáneas intervenciones de Fernando Sabag Montiel en los móviles del medio oficialista Crónica TV. Un loco que el mismo kirchnerismo alimentó con su clásico odio. Hoy, todos lloran en la llorería por lo que pasó, o podía haber pasado.

Y otra carta en la manga que siempre tiene el kirchnerismo es el del “discurso de odio”. Siempre recurren a él para tapar su propio discurso de odio. Cuando los afectados son ellos, desaparecen de repente Madonna Quirós apuntando con un chumbo en un mitin peronista en la quinta de San Vicente, desaparece el gordo mortero y las 14 toneladas de piedra en el Congreso, desaparecen los miserables de la revista Barcelona pidiendo que Antonia, la hija de Mauricio Macri y Juliana Awada, sea una nueva Ana Frank, desaparece el nazi de Luis D’elia pidiendo, en el programa del hoy converso a la oposición Santiago Cúneo, que a Macri lo ahorquen en Plaza de Mayo, desaparece Hebe de Bonafini con sus seniles declaraciones tomadas por sus fanáticos como si fueran las de un gurú hindú, desaparecen los colectivos feministas como cuando la víctima no es una de ellas, desaparecen los que festejaron el asesinato de Nisman… Los creadores de “el amor vence al odio” siempre y cuando, tanto el odio como el amor sean todos de ellos, hoy se golpean el pecho por un tal Fernando Sabag Montiel al que casualmente lo entrevistaban en Crónica y otros medios oficialistas, mientras “pasaba por ahí”. Muchachos, ese pibe es creación del kirchnerismo, directa o indirectamente. En el “feriado nacional” que inventó el señor que puso Cristina en el sillón de Rivadavia, la

Algunos ejemplos del “amor kirchnerista” cuando el odio, como siempre, los vence.

militancia salió a la calle con un compungimiento como si su líder suprema haya muerto. Volvemos al cartoneo de la empatía. Un cartoneo que se quema solo cuando el mismo kirchnerismo señala con dedo acusador a los medios “transmisores de odio”. Les molesta que se dude, se cuestione. La naturaleza del verdadero periodismo es así. No les alcanzó con que casi el 100% de los medios y la política nacional se solidarice con la vicepresidente. A quienes piensan distinto, los quieren ver pedir perdón, llorando y escupiendo sangre. Ilusos. Y lo peor de todo, casi igual de locos como el que le apuntó a la cara a quien, durante años, generó odio disfrazado de amor.

Vayamos más allá de repudiar el atentado, intento de magnicidio o como se quiera llamar. Repudiemos la violencia, repudiemos el odio, repudiemos a quienes los construyen, pero cuando las papas queman se las tiran al de enfrente. Repudiemos la mafia. Repudiemos la corrupción. Repudiemos a quienes nos llevaron a esta vorágine de locura que nunca termina de estallar porque ellos tienen los derechos de transmisión del caos social, como cuando en el ’89 derrocaron a Alfonsín y en 2001 a De La Rúa. El cuento del lobo ya lo sabemos, Pedrito. No llores si, Dios no lo permita de nuevo, te pegan un susto como el de aquel jueves.

Es lo que hay.

UNA VEZ MÁS, UN PADRE IMPLORA POR VER A SU HIJO

576 371 Juan Emilio Mirabustos

Decenas de causas se amontonan en los juzgados de familia, tanto que se han convertido en la deuda más grande que tiene el poder judicial con sus ciudadanos. Moreno no es la excepción, la escasez de Tribunales de esta especie se ha transformado en endémica, especialmente en el conurbano bonaerense; abarrotado de habitantes. Varias localidades, entre ellas la nuestra aguarda la creación de los mismos, para poder contener la andanada de conflictos intra parentales de todo tipo, sobresalen los de índole conyugal, que pujan por la tenencia o manutención de los menores a cargo.

El caso que vamos a relatar se encuadra en lo expuesto renglones arriba. Se trata de una ex pareja, en la cual el hijo ha quedado a cargo de su madre y no permite que vea a su progenitor porque no está conforme con el dinero que este le transfiere.

Y a partir de aquí una batería de artimañas por parte de la mujer para evitar que el niño vea a su padre. Desde falsas denuncias por hostigamiento en la comisaria de la mujer (incorrectamente tomadas por el personal policial), hasta perimetrales mal emplazadas por la misma dependencia. Se agregan, la incomunicación telefónica y la excesiva persistencia sobre el niño, para que tenga el menor contacto posible con su papa.

El caso de Gustavo Odato, lo ha tomado el estudio de los Doctores Senucian/ Portillo y ella en persona se ocupa del mismo, debido a la gran disparidad de fuerzas que observa, entre el Estado; que tiene la única misión de impartir justica, y el damnificado.

La defensa rápidamente contrarresta las medidas de la demandante, apelando la restricción perimetral al domicilio del menor por parte Odato, (por infundadas) para luego efectuar la denuncia correspondiente por impedimento de acercamiento. Gustavo perdió contacto con su hijo en octubre de 2021 y en este momento se encuentra inmerso en una gran depresión.

Resta saber si la ex concubina y madre del menor, (J.M) se vale de alguna influencia, para conseguir que les tomen las denuncias en tiempo record y sin la debida constatación de los hechos.

Se cuentan por decenas los casos como este, en donde se rompe el vínculo padre-hijo, causando un perjuicio irreparable y la justicia que permanece con la venda en un solo ojo, es la primera que debe dar respuesta a los ciudadanos muy a pesar de la lenta y pesada burocracia judicial.

MARIEL FERNÁNDEZ VIAJÓ A MÉXICO (pero no a las playas)

831 674 Juan Emilio Mirabustos

La primer intendenta piquetera de Argentina viajó al país azteca para encontrarse con colegas políticos mexicanos y tomarse un par de fotos con el embajador y ex sindicalista Carlos Tomada. ¿Por qué un viaje relámpago? ¿Lo pagamos los morenenses?

Por Juan Emilio Mirabustos

De no ser por la noticia que apareció en el complaciente medio informativo Semanario Actualidad, dirigido por el emprendedor periodístico Rodrigo Solorzano, no nos hubiéramos enterado, ya que hace días que la web oficial del Municipio de Moreno está caída y en las redes sociales no hay ninguna foto.

La intendente Mariel Fernández viajó con una comitiva de menos de diez personas a la Ciudad de México a encontrarse con la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada Molina, del partido populista gobernante Morena, la creación del actual presidente de ese país, Andrés Manuel López Obrador, un político que empezó su carrera en el extremo absoluto de sus actuales ideas, militando desde principios de los ’80 por el ahora conservador Partido Revolucionario Institucional, que gobernó con mínimas alternancias dirigenciales durante 70 años, casi casi un peronismo made in México. Sus ideas muy emparentadas con la izquierda lo alejaron de ese tradicional partido y terminó siendo cobijado por el PRD, Partido de la Revolución Democrática, donde escaló posiciones hasta llegar a ser Jefe de Gobierno de la segunda ciudad más poblada del continente, que no dejó de votar izquierdismo hasta el día de hoy. Pero la ambición del “peje”, como lo conocen por su origen costeño, no se detuvo y en 2012 fundó su propio partido, Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA, lo que desató un resquebrajamiento del PRD como nunca en su historia ya que, además de MORENA, nació Movimiento Ciudadano, otro partido izquierdista que llegó a ganar elecciones provinciales.

PURO CHAYOTE, WEY. Así publicó Semanario Actualidad la noticia del viaje relámpago de Mariel Fernández a México. No salió ni en el boletín oficial, ni en la web oficial, ni en las redes oficiales del municipio. Fue de pronto, se armó el bolsito y se tomó un avión pagado por una de las alcaldías más calientes de la capital azteca. Apenas una “gacetilla” cedida a un medio que tiene, entre sus auspiciantes, al segundo cuadrado abajo a la derecha.

MORENA, DONDE FLORECEN MIL ZURDOS
AMLO, iniciales de López Obrador, tras perder dos veces la elección presidencial (la primera, con el PRD, por apenas un punto de diferencia; recordemos que no hay balotaje en México), la tercera terminó siendo la vencida. En 2018 ganó con el 55% de los sufragios (el voto no es obligatorio, hay que preinscribirse para votar) frente a candidatos totalmente desangelados del resto de los partidos. Por primera vez, un país de tradiciones políticas arraigadas como México iba a probar lo que es el populismo extremo, con consultas populares donde sólo votan los militantes oficialistas, caprichos mesiánicos como cancelar un nuevo aeropuerto al 40% de su construcción para luego inaugurar uno “propio” hecho a las disparadas en una ex base militar y una inflación latente que sólo la está deteniendo la iniciativa privada, a diferencia de la devaluación explícita en nuestro país, que llevó el dólar a más de 200 pesos y a seguir echando nafta al fuego, con más subsidios, más planes sociales y más maquinita de imprimir billetes. México aguantó la vorágine de la pandemia y, a diferencia de nuestro país, el dólar subió en los primeros meses pero bajó cuando se empezó a estabilizar todo y las restricciones empezaron a desaparecer. Hoy el dólar en tierras aztecas está a 20 pesos mexicanos promedio, 10 veces menos que en Argentina. La moneda mexicana vale 10 veces más que la nuestra. Reconstrucción Argentina. Argentina Presidencia.

PARA EL PINCHE FACEBOOK. La foto oficial en la embajada argentina en México, con la troupe de Mariel Fernández junto al ex sindicalista Carlos Tomada, hoy embajador. Tan a las apuradas fue que la mujer de celeste ni se sacó el antifaz para dormir y aparece un colado atrás. Es lo que hay.

Pero volviendo al líder de MORENA, nadie puede negar que cumplió su sueño de llegar a lo más alto de la política mexicana antes de jubilarse del todo. Los gigantescos medios nacionales, que ya venían con el empuje de la Ley de Telecomunicaciones implementada por el priista Enrique Peña Nieto, permitiendo más canales de TV y más radios, quedaron un poco en curva con la llegada del dirigente de izquierda. Muchos optaron por mover sus piezas e incorporar periodistas “desclasados” o despedir a conductores exitosos, como Carlos Loret de Mola, que apenas asumió AMLO fue despedido de Televisa, o Víctor Trujillo, que con su personaje de payaso Brozo es el más punzante crítico de la política local. Ambos, echados del multimedios, están ahora en Latinus, una plataforma periodística de internet. Otro grupo de medios que estuvo al borde del cierre fue Radiocentro, que decidió implementar, a cambio de pauta oficial, una grilla de periodistas obsecuentes con López Obrador en su canal de TV y radio FM La Octava. Los medios públicos como TV Unam y Canal 22 también se llenaron de “obradoristas”, como se les conoce a los fanáticos del presidente, pero con el rol de periodistas, críticos de arte y hasta caricaturistas. La plataforma Youtube se empezó a llenar de “chayoteros”, como se les conoce a quienes “reciben chayote (hortaliza muy famosa en aquel país)”, es decir, pauta oficial. Damián Alcázar, actor famoso por participar en fuertes películas de sátira política durante anteriores gobiernos, hoy filma ingenuos mensajes de bien público mientras se abraza para la foto con el “compañero presidente”. Un panorama muy parecido a cuando el kirchnerismo empezó a inyectar de dinero del ANSES y la expropiación de las AFJP a proyectos “audiovisuales” que nadie vio, pero que garantizaban una “claque” a la presidenta, hoy vice, en cada cadena nacional.

EL SUEÑO SE ESTÁ TERMINANDO
Pero como todo concluye al fin, MORENA está empezando a tener la comezón de las elecciones de medio término. De haber pintado de morado (el color partidario, PRI es rojo, PRD amarillo, el PAN, Partido Acción Nacional es azul y Movimiento Ciudadano es naranja) todo el Estado (provincia) de México y toda la capital, la cosa se le empezó a dar vuelta casi de manera exponencial. Perdieron casi todo el territorio lindero a la capital, perdieron la última consulta de Revocación de Mandato (apenas participó el 17% de los sufragantes; tenía que tener un 40% para ser válido) y a medida que pasan las elecciones en cada estado, la diferencia se achica más. De tener casi 40 millones de votos en 2018, hoy no podrían superar ni la mitad de esa cifra. El tiro en el pie que se pegaron los que votaron al que “ya está viejito, démosle una oportunidad” se sigue escuchando hasta hoy. A eso hay que sumarle el escándalo por las propiedades en Miami que un hijo de AMLO compró y aún no justificó. En la Ciudad de México perdieron más de la mitad de las alcaldías frente a la coalición Va por México, donde prácticamente toda la oposición se juntó para brindarle una preocupante paliza electoral al partido de extrema izquierda que gobierna el país y que aún le quedan dos años más en el poder. Recordemos que en México no hay reelección presidencial, algo que López Obrador intentó colar en las sesiones de diputados y fracasó en la “consulta popular” de revocación de mandato. El resultado: nadie lo va a echar de su sillón presidencial, pero en dos años se va sí o sí.

MORENO Y MORENA, UN SÓLO CORAZÓN
En todo este contexto, el Municipio de Moreno fue, presuntamente, invitado por la Alcaldía de Iztapalapa a un encuentro protocolar y de “intercambiar experiencias de gestión y así enriquecer el desarrollo de políticas públicas”, según una gacetilla oficial que aparentemente sólo la vieron en Semanario Actualidad, ya que no apareció en ninguna parte.

Ahora bien, ¿qué se puede saber de Iztapalapa? El lugar es famoso por su gigantesco Via Crucis que se hace cada Viernes Santo (este año se retomó con público tras dos años de pausa pandémica) y por Xochimilco, la zona donde están las famosas trajineras (botes), lo que lo hace un pintoresco lugar turístico. Sin embargo, Iztapalapa también se la conoce como una de las zonas de mayor inseguridad de la capital azteca, junto a Tláhuac, otra conflictiva alcaldía de la ciudad. Es la primer alcaldía con más delitos cometidos por menores de edad y sólo es superada por los municipios de Ecatepec (el municipio más grande del continente) y Ciudad Nezahualcóyotl, en el Estado de México, donde la pobreza y la inseguridad muchas veces superan a las zonas calientes del narco, al norte del país.

La intendente de nuestro distrito fue con una mínima comitiva en donde se encontraban la concejal Noelia Saavedra; la subsecretaria de Mujeres, Géneros y Diversidad Gisele Coronel; la secretaria de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Analía Cabaña; la secretaria Privada, Marcela Díaz y el responsable de Comunicación Pública, Vicente Linares. “La invitación no implica gastos por parte del Municipio” aclaró la intendenta piquetera, justificando seguramente la escasez de comitiva y el poco tiempo que se estuvo en ese país, ya que estarían volviendo el domingo por la noche.

LO MANDÓ A LA CHINGADA. Otro momento “histórico” del peronismo en México. El intendente de Merlo, hoy con licencia por presidir el Banco Provincia, Gustavo Menéndez (ahora su hermana está al frente del municipio), a pocos meses de asumir, se reunió brevemente con Carlos Slim, el magnate dueño de Telmex, Claro y varias compañías más, para presentarle una carpeta “vendiendo” al municipio vecino como potencial empresarial, cultural y coso. Todo quedó en la nada misma, Slim debe usar esa carpeta para emparejar una pata de su escritorio y Menéndez, al asumir su segundo mandato, salió del closet peronista y a todo empezó a ponerle su nombre. Lejos quedó el Gustavo “amigo” de la oposición a Raúl Othacehé, quien estuvo 24 años al frente de uno de los municipios más pobres del conurbano.

Un pasaje de avión a México cuesta casi 250.000 pesos en vuelo directo. Mas la estadía (no se van a quedar a dormir en la embajada), la cosa sube bastante por cabeza. Suena algo lógico la invitación de la gente de Iztapalapa ya que, como dijimos, para un argentino es más caro estar en otro país con un dólar a 2 gambas. Y por fuentes colegas de aquellas tierras, la economía no está aún para tirar manteca al techo. Mucho menos para una visita “oficial” de cinco días donde hay que «intercambiar experiencias (de) gestión y desafíos para fortalecer y enriquecer los proyectos para el Municipio de Moreno.» Una sarasa que tranquilamente se puede hacer vía zoom, pero bueno, es plata de los mexicanos. El conflicto surge de la invitación hecha por una alcaldía caliente de pobreza e inseguridad, no de una zona “pudiente” y “cultural”. Al igual que en Moreno, donde no hay cloacas pero te enseñan a hablar en inclusivo.

También es lógico un viajecito a México, aunque sea para ver también a los mariachis cerca de la Basílica de Guadalupe, y más si te invitan de una zona gobernada por el partido cuyo líder es amiguísimo de Alberto Fernández. Lo que no se justifica es el gasto, el tiempo y las razones, por más chamuyo que pongan en una supuesta gacetilla (una gacetilla, ni que presentaran un show en el Marechal para decirle “gacetilla”).

Seguramente en el transcurso de estos días nos enteraremos de más pormenores de este viaje relámpago de Mariel Fernández y compañía hacia tierras aztecas y territorio aún populista. Puede que de allí traigan “estrategias de mitigación” al estilo Lucas Franco, “articulaciones en conjunto” o simplemente un par de sombreros mexicanos. Lo que sí es que rápidamente tuvieron que aclarar que fueron “invitados” y por poquito tiempo. No les alcanzó para hacer la del anterior intendente, Walter Festa, de viajar a las costas mexicanas con la familia y mandar un video a la militancia para seguir “reconstruyendo Moreno” o la de Luana Volnovich, mandamás del PAMI, que se fue con el novio a la exclusivísima isla de Holbox.

Todos, salvo Festa, siguen en sus puestos. ¡Ay, cabrones!

 

NO SE FUERON TODOS

650 365 Juan Emilio Mirabustos

A 20 años del último golpe de estado en nuestro país.

Por Juan Emilio Mirabustos

“Para todos los que hacemos periodismo, lo del 2001 fue nuestro bautismo de fuego y nuestro paraíso. Tenías noticias cada media cuadra. Un comercio saqueado, una fogata en cada esquina, un cana pateado en la cabeza por un pibe, un patrullero incendiado… Muchos colegas lloraban de emoción en esos momentos, no sólo por la cantidad de información que iba cayendo, sino porque volvía el peronismo y con él, la guita para mantener nuestros medios, ya a nivel nacional”.
Testimonio de un periodista de Moreno, recordando los sucesos de diciembre de 2001.

No fue de un día para el otro. Comenzó el mismo lunes posterior a que la Alianza, esa necesaria coalición que garantizaba progresismo y libertad entre la centenaria Unión Cívica Radical y el FREPASO, un frente creado por los que quedaron afuera del menemismo, ganó la presidencia de la nación. La mayoría de los votantes se terminaron aburriendo de las dos presidencias consecutivas de Carlos Menem, alguien que ganó con una campaña populista, “revolución productiva”, “salariazo” y coso, pero terminó siendo el mayor privatizador de la historia reciente y logró meter a todo un país en un notable simulador de primer mundo. Ya la Alianza había ganado las elecciones de medio término de manera contundente y ya se veía un nuevo siglo lejos de un peronismo que ya no sabía que disfraz ponerse para ganar las elecciones.

Ahora bien, ¿por qué desde el mismo lunes de ganar? Las reservas del Banco Central se empezaron a esfumar rápidamente. Ese fue el primer saqueo. La mayoría de las empresas y medios de comunicación, bendecidas hasta el paroxismo por el anterior gobierno justicialista, miraban con muchísimo recelo a los nuevos inquilinos de la Casa Rosada, presagiando que iban a terminar siendo una bolsa de gatos que se iban a terminar peleando en tiempo récord. No fue tan así. Los sindicatos, todos peronistas por convicción o de manera esclava o en modo Estocolmo, fueron a verlo al flamante presidente, el Dr. Fernando De la Rúa. Y no precisamente para dialogar y generar consensos. Iban a ser los convidados de piedra de cada decisión política del nuevo gobierno. Sólo les faltaba hacer el gestito mafioso con los dos dedos de “te estamos mirando”. En tanto, en el Senado, estaba Carlos “Chacho” Álvarez, otro peronista independiente que formó el Frente Grande para cuestionar, desde los dedos en ve, la gestión neoliberal del riojano Menem. Como pasó con Miguel Ángel Pichetto, histórico peronista, cuando el ex presidente democrático Mauricio Macri decidió que sea su compañero de fórmula en 2019, las miradas cruzadas entre los pares se multiplicaron, pero, a diferencia de este hecho reciente, el primero en desconfiar de esta recomendación que le hizo el mismísimo Dr. Raúl Alfonsín para no quebrar la Alianza, fue el propio De la Rúa. Y no estaba equivocado el dirigente “aburrido”. Como todo peronismo, aunque sea de closet, la idea de poner cuadros y más cuadros militantes o mínimamente fieles a los preceptos del frente neoperonista en los principales estamentos, idea de Álvarez por cierto, fastidió enormemente al hasta ese momento pasivo dirigente radical, quien decidió hacer cambios en el gabinete para emparejar la cúpula aliancista y equilibrarla como corresponde. La respuesta de “Chacho” fue brutal, inconsulta, desubicada: renunció a su cargo de vicepresidente de la nación. Algo que se podía haber solucionado con más diálogo y consenso real, terminó siendo un berrinche de alguien que, quizá sin proponérselo, fue un caballo de Troya que le abrió las puertas de par en par a un peronismo desesperado por volver al poder.

Podía haber sido el fin de la hegemonía peronista, pero el vicepresidente electo venía de ahí, no pudo con sus berrinches y, con su renuncia, activó el plan desestabilizador peronista por tercera vez en el siglo.

EL AROMA DEL MIEDO
De ahí en más, nada fue igual. Con las cajas estatales recargadas, la oposición peronista se encargó de empezar a preparar la cancha (o embarrarla) para volver al poder antes de cualquier elección. Y casi lo logran. Sólo necesitaban el espaldarazo de las elecciones legislativas. En octubre, el peronismo ganó por el 38,39% de los escaños, mientras que la Alianza se derrumbó a poco más de un 22% de votos, perdiendo la friolera de 27 bancas. El fantasma del golpe del ’89 que derrocó a Alfonsín apenas el peronismo ganó las elecciones, se podía oler de lejos. Prácticamente todos los canales de TV y radios hablaban de un presidente inepto, con falta de poder y hasta de “papanatas”. La falta de respeto a la investidura presidencial y el bullying 24/7 a la figura de De la Rúa era una constante. Se veían venir cambios fuertísimos en medición de audiencia y en posterior pauta, con ambas cámaras dominadas por papá Juan Domingo. La primavera menemista, aún con el uno a uno con el dólar, parecía que volvía y los multimedios se restregaban las manos, mientras esmerilaban aún más el ánimo de la gente a través de sus noticieros y hasta en sus programas de chimentos. Y ya con el Congreso haciendo la ve de la victoria, la cosa iba a empeorar aún más en tiempo récord.

El grito de guerra que fue sagrado para el peronismo que se aprestaba a usurpar el poder una vez más y de la clase media que lo abrazó, pensando que iban a perder sus dólares con la Alianza y los terminaron perdiendo con Duhalde como presidente, con default y aumento de la divisa americana incluidos. Pero claro, el peronismo volvió y todos felices, ¿nocierto?

Era el 18 de diciembre de 2001. Sí, apenas ocho días después de asumir los nuevos legisladores y reelegirse algunos de los que ya estaban. El intendente de Moreno, Mariano West, se despertó con un llamado del entorno del derrotado dos años atrás candidato a presidente, Eduardo Duhalde, que construyó una fortaleza militante durante su gestión como gobernador bonaerense y era el dirigente más “capanga” de todo el peronismo. El llamado fue claro: activar. Lo que fue una propuesta entre dirigentes apenas asumió el poder la Alianza, ya era momento de hacerlo realidad. El objetivo: ir por todo. Ya se copó el Congreso, ahora le toca a la Rosada. La gente estaba con el humor por el suelo y nada cambió con el recambio legislativo, pero la meta, aunque no explícitamente pública, era muy clara: voltear al gobierno de la Alianza, ya diezmado por la renuncia del principal líder de la pata peronista de la coalición. Así que, si bien el rechazo popular a la renuncia de “Chacho” Álvarez fue contundente, eso no se veía reflejado en los medios que, a falta aún de redes sociales en una internet todavía en pañales, eran los todopoderosos de la información. Lo que salía en la tele era real, creíble, sin medias tintas. Y si te decían que salgas en calzoncillo a la calle, vas y salías. Así fue como sin prisa pero sin pausa, las imágenes de saqueos a supermercados empezaron a ser una constante, no sólo acompañada por las imágenes. Muchos periodistas se encargaron de ensalzar ese caos organizado sin dejar el rictus de su rostro. Santo Biasatti, hasta ese momento uno delos periodistas más creíbles de Argentina, no dudó en enfrentar la cámara desde su púlpito de presentador de noticias con un “si sale a la calle, no se olvide de la cacerola” en referencia a los cacerolazos que empezaron a ser moneda corriente por esos días, ante el necesario “corralito” financiero que evitó una descomunal fuga de patrimonio privado. Sí, aún el dólar estaba uno a uno con el peso, pero los negocios empezaban a cerrar por temor a que una turba de delincuentes los saquée. Porque ya no era comida, también se terminaban afanando electrodomésticos, ropa cara… Las imágenes que reflejó la televisión de ese entonces siguen siendo igual de indignantes como en aquellos tiempos. El peronismo empezó la estocada final al gobierno democrático de un presidente que quedó absolutamente solo, sin el apoyo de un pueblo que se embobó y se paranoiqueó con los noticieros desde la caída de las Torres Gemelas, un par de meses atrás.

Las tapas de todos los diarios expresaban su alivio “celebrando” el golpe y el derrocamiento de De la Rúa. Volvía el capanga de la cárcel y volvía el adoctrinamiento peronista a los medios.

Pero volvamos a Moreno, uno de los epicentros de este golpe que aún hoy muchos lo llaman tímidamente “estallido social”. Cristian Armagno era el camarógrafo del canal 4 de Moreno y, como corresponde a su profesión, fue a cubrir los incidentes en el centro del municipio y la periferia. No pasaron más de diez minutos que una patota municipal lo molió a golpes, le rompió la cámara, pero en el fragor de la resistencia no le quitaron el video que estaba grabando. En él, aparece nítidamente Mariano West arriba de una camioneta mirando todo el descontrol y señalando con el dedo a tal o cual lugar. Rápidamente Armagno huye de ahí y pone en resguardo ese video, del cual nunca se supo de su paradero hasta el día de hoy. Ya en lugar seguro, el camarógrafo fue reporteado por sus mismos compañeros de trabajo y contó cómo fue la agresión que sufrió sin más detalles. Fue hasta hace pocos años que cada 20 de diciembre recordaba en sus redes sociales la agresión repudiable que recibió. Hasta que un llamado del municipio lo cambió todo. Y no era un llamado de amenaza o de presión. Se estaba armando la primera radiodifusora pública del distrito y lo convocaron para ser operador técnico. De ahí en más, sus posteos anti peronistas y anti kirchneristas se esfumaron por completo y las ironías al gobierno de Macri se multiplicaron. Parece ser que en el contrato de esa empresa estatal peronista viene ese apartado cada vez que te llaman a laburar para ellos. Del famoso video, prácticamente nada se sabe. Algunos dicen que una copia la tiene un encumbrado dirigente opositor al peronismo que espera un momento personal importante para difundirlo. Otros, que Armagno lo destruyó. La cuestión es que ese imprescindible testimonio visual no debería terminar en una leyenda urbana de un tiempo donde los rumores y el miedo permanente nos destruían hasta las ganas de vivir.

El camarógrafo y su laberinto. En el primer video lo vemos a Cristian Armagno testimoniando cómo lo agredieron mientras Mariano West mandaba a saquear supermercados en todo Moreno. Veinte años después presta su testimonio para el especial del programa de TN “A dos voces” sobre cómo vio el caos esos días en el municipio, previos al golpe que derrocó a De la Rúa. Del famoso video donde se lo ve al caudillo peronista arriba de la camioneta señalando qué saquear, el actual operador técnico de la oficialista Radio Pública de Moreno no ha dicho palabra alguna. Lo que se ve en el segundo video es sólo lo que en esos momentos filmó el canal de noticias capitalino.

 

Así terminó la votación en primera vuelta aquel 2003. Juntando los votos del ARI y Recrear se le podía haber ganado al peronismo, que participó dividido en tres. Claro, sin contar a Leopoldo Moreau, que representaba a una erosionada UCR y que pronto abrazaría al kirchnerismo, en ese invento artero de los “radicales K”.

EL NO FINAL
Hasta hace poco, todos teníamos solamente la versión épica de ese golpe, con indignantes titulares como “La caída” de Clarín o “El pueblo echó a De la Rúa y el peronismo volvió al poder” de La Nueva Provincia con la famosa foto del helicóptero llevándose al presidente renunciante a resguardo de la turba peronista. La radio La Red publicó una publicidad en los principales diarios con una demagoga foto de una bandera argentina cosida. Los noticieros dejaron de agitar a la gente a que salga a romper todo y empezaron a relegar las noticias de política al último rincón de sus emisiones. Había asumido el polémico gobernador feudalista catamarqueño Adolfo Rodríguez Saa. Crónica, firme junto al pueblo peronista, tituló “Rodríguez Saa le devolvió la alegría a los argentinos”. Lo único que hizo el eternamente impresentable dirigente peronista fue declarar el default y renunciar tres días después. La Argentina tuvo cinco presidentes en una semana. Nadie quería agarrar la papa caliente que ellos mismos pusieron en la olla. Hasta que el autor intelectual del regreso del peronismo al poder, Eduardo Duhalde, se convirtió ¿involuntariamente? en el “plan B” de este desastre que ellos mismos organizaron y asumió la presidencia hasta que haya nuevas elecciones. Como por arte de magia, el 21 de diciembre no había más caos, ni fogatas en las esquinas, ni gritos de miedo, ni comercios saqueados… Hasta los muertos que le endilgaron a De la Rúa en todo el país desaparecieron de las noticias. La revista Noticias, que siempre se acomoda con el poder de turno, tituló “Peronismo infinito”. En la calle, la tristeza le dio paso a la resignación. Ya no había forma de sacar al peronismo de su eterna auto-hegemonía. Pero así y todo se estuvo cerca dos años después, como casi todo en nuestro país, que cambia y cambia cada elección. Ustedes dirán “pero si el primero y el segundo eran peronistas, tanto Menem como Kirchner”, pero si se miran los resultados de ese entonces (lo único fidedigno del artículo de Wikipedia explícitamente redactado por escribas kirchneristas), si se unían las fuerzas de Recrear de López Murphy y el ARI de Lilita Carrió, hubieran superado holgadamente a ambos dirigentes peronistas. Pero aún las papas estaban calientes y ni siquiera el electorado quería dar su opinión en las urnas. Nunca en la historia reciente de nuestra democracia había caído tanto la participación electoral.

Quien más sacó votos en esa primera vuelta, Carlos Menem, no llegaba a los 25 puntos, cuando generalmente la victoria se da con más del doble. Tras la renuncia de Menem al balotaje, automáticamente asume Néstor Kirchner la presidencia. A la gente le empezó a caer simpático el santacruceño con su impronta campechana y sureña. Y antes de volver a votar al riojano, todo el arco político lo recibió con los brazos abiertos. Comenzaba la primavera kirchnerista, que iba a durar hasta la aparición del caso Skanska y la obsesión del fallecido presidente con el dinero estatal y con los medios de comunicación, que primero los compró con simpatía y después con abultadísimas pautas y presiones a los “infieles”. El ejemplo más destacable fue el del Grupo Clarín, quien fue uno de los más grandes agitadores del golpe del 2001 y apoyó fuertemente a Kirchner desde 2003. “El gran diario argentino” se divorció de la realidad paralela del santacruceño cuando este quiso comprar el grupo multimedia y se topó con la pared del rechazo. Todo lo demás es historia conocida.

Barón poco varón. Raúl Othacehé, el intendente de Merlo que estuvo 24 años en el poder, comete el sincericidio más descomunal, admitiendo que el peronismo estaba perpetrando un golpe contra la Alianza. Hoy, todos se hacen los desentendidos, no recuerdan lo que dijeron y hacen puchero cuando hablan de “estallido social y coso”.

LA HISTORIA (que debería ser) OFICIAL
Con la llegada para quedarse de las redes sociales y la explosión de puntos de vista y referencias, los medios grandes quedaron en offside y muy lentamente se empezó a conocer la verdadera historia del “levantamiento popular” del 2001, no sólo que fue pergeñado por el peronismo desde el día uno del gobierno democrático de la Alianza, sino también en detalles que fueron obviados, con o sin intención, del anecdotario de esos tiempos. Un día después, sí, un día después, de que el Dr. De la Rúa fuese sacado en helicóptero de la Casa Rosada, se acercó nuevamente a ese lugar para buscar sus últimas cosas y saludar al personal del recinto. Eso ningún medio lo dio a conocer, como tampoco la auto-prohibición de pasar el informe de Telenoche sobre las tierras usurpadas por Rodríguez Sáa en su provincia, informe que repitió Jorge Lanata en su programa Día D por el canal América. El ex presidente derrocado por el peronismo, siendo el tercero después de Illia y Alfonsín, podía caminar tranquilamente las calles del barrio donde vivía hasta el día de su fallecimiento. No fue repudiado en las calles ni siquiera por la gente que se comió el sapo en silencio cuando el peronismo volvió a quitar al país un presidente democrático. Quizás, y de esto depende mucho de cómo se vote en el futuro, la última vez que se van a atrever a hacerlo. ¿Y Chacho? Fue tratado como un paria por sus mismos compañeros del FREPASO y volvió mucho tiempo después a ejercer como profesor en universidades privadas, rodeado de alumnos que ni vivieron esos momentos.

Una celebración de golpe. Los creadores del feriado celebratorio por el comienzo del gobierno militar que los echó a patadas en 1976, se golpean el pecho recordando el último golpe de estado que cometieron contra la República. Nunca una disculpa pública. Nunca las cosas por su nombre.

Pasaron 20 años de aquel nefasto golpe. El “que se vayan todos” fue el cántico más inútil de la historia contemporánea de nuestro país. No se fueron todos. Hasta formaron un “Frente de Todos”. No solucionaron los problemas del país, los empeoraron. Pero como ellos son el poder, los capanga, los poronga de esta cárcel, no se les puede discutir nada mientras nos regalan planes sociales y fútbol de primera. El pueblo siempre fue sumiso al peronismo. Siempre le tuvo miedo. Saben cómo son cuando se enojan y quieren el poder. Tiraron 14 toneladas de piedras junto a esa eterna pata de lana que es la izquierda para evitar una jubilación que le ganara a la inflación y que ellos, de puros guapos, la eliminaron porque “ah pero Macri”. Lentamente pero sin pausa, la gente empezó a madurar, a crecer, a pensar lo que vota. Y el cachetazo final fue en las elecciones de 2019, cuando no aguantaron que JxC les diga quiénes eran los Reyes Magos. El aún infantil electorado le dio la espalda y apenas ganó el peronismo de nuevo, el dólar se disparó. Pero no hubo saqueos ni caos organizado. Hubieron las marchas del “sí se puede” que levantaron una segura catástrofe electoral y la achicaron 10 puntos a favor de Juntos por el Cambio. No alcanzó. Volvió la corruptela K, el papá Estado cuasi salvador, el poder ejecutivo asociado con el judicial, la escribanía en el Congreso. Pero en el medio, llegó la pandemia para ver de qué estaban hechos esos pingos en la cancha y desnudó lo que realmente el peronismo es en el poder. Tarde pero seguro, llegó el reacomodamiento legislativo y por primera vez en la historia reciente, el Senado no es más una escribanía kirchnerperonista. Poco importa si ahora las leyes salen rápido o lento sin esa mayoría automática justicialista del 2001, que aprobaba mamarrachos con forma de Presupuesto Nacional. Ya no hay más hegemonía peronista y ojalá, por el bien del país, que eso sea para siempre.

El rostro del dolor. Whan era un chino dueño de un supermercado, cuando este tipo de comercios empezaban a florecer en todo el país. No paraba de llorar al ver que decenas de delincuentes le robaban toda su mercadería y, además, toda su esperanza y sacrificio. Por esos años, a falta de redes sociales, los canales de noticias eran el único medio informativo que veía la gente todos los días y su línea editorial era de fuerte agitación para lograr el derrocamiento de Fernando De la Rúa y la vuelta del peronismo al poder.

CRECER DE GOLPE
El país está mucho peor económicamente que en el 2001. Muchísimo peor. Pero no se ven saqueos y hasta está la ridícula idea de homenajear ese 20 de diciembre funesto con manifestaciones.
No es raro. Los cráneos de este gobierno declararon que el día del comienzo del Proceso de Reorganización Nacional, el 24 de marzo de 1976, sea un día feriado. Tampoco es raro que no haya caos social porque esa exclusividad siempre la tuvo el peronismo al ser oposición y hoy es oficialismo. Lo raro, pero a la vez bueno, es que el país comenzó a madurar fuerte en los últimos tiempos, se informó más y hoy pone a prueba cada dos años todas las gestiones, incluso las que pretenden ser eternas en los municipios peronistas. Sólo falta que deje el voto berrinche de lado, ese que hace que el populismo no se quiera ir nunca del poder. Y además, lo más importante, decir las cosas como son. Ni levantamiento popular, ni estallido social, ni pueblada, ni argentinazo ni nada de eso. El 20 de diciembre de 2001 ocurrió el último golpe de estado en la República Argentina.

20 AÑOS DESPUÉS PERSISTE LA PREGUNTA: ¿HUBO UN GOLPE CONTRA DE LA RÚA?

780 470 Juan Emilio Mirabustos
Por Christian Sanz. Director de Diario Mendoza Today.

Hace casi 20 años, el 19 de diciembre de 2001 fue el comienzo del fin de un gobierno que venía haciendo agua desde casi sus comienzos: el de Fernando de la Rúa. Ese día se produjo su salida anticipada del poder Ejecutivo y se dio un quiebre en lo que a política tradicional respecta.

Para la mayoría de las personas se trató sólo de la renuncia de un mandatario que se encontraba perdido en su propio laberinto de indecisión, empujado por el clamor popular. Pero aquellos que han investigado y analizado a fondo todos los factores que sucedieron antes, durante y después de ese día, saben que no fue así. Hay demasiados indicios que —analizados en conjunto— demuestran que hubo un verdadero golpe institucional, llevado a cabo por un conjunto de personas que agrupaban intereses políticos —y no políticos— específicos.

Si bien el Gobierno de De La Rúa fue un rotundo fracaso —desde que asumió bajaron las reservas monetarias del Banco Central, y se incrementaron tanto la desocupación como los índices de pobreza— eso no quita que, desde ciertos círculos importantes de poder, se le haya dado un “empujoncito” para ayudarlo a caer.

Hablábamos de indicios. Bien, uno de ellos se dio cuando Eduardo Duhalde, en un almuerzo informal con financistas y banqueros, pronunció una frase que provocó silencios y miradas entre los comensales: “En diciembre, el presidente de la Argentina soy yo”.

La afirmación de Duhalde quedó plasmada en un informe de inteligencia reservado norteamericano que llegó a dos escritorios de Buenos Aires. Ninguno de esos dos escritorios era el de De la Rúa.

¿Más indicios? Previo a la caída de De la Rúa hubo reuniones, conspiraciones, saqueos, movilizaciones y declaraciones públicas referidas a la posibilidad de que no terminara su mandato.

Incluso existió una carta certificada escrita por un agente de Inteligencia varios meses antes del 19 de diciembre en la que se hablaba de la posibilidad de que De La Rúa no terminara su mandato. El agente se llama Mario Aguilar Rizzi (1) y se reunió con quien escribe este artículo a fines del año 2000 (2), a quien le dio copia de la misiva referida, la cual fue entregada a su vez a funcionarios de Casa de Gobierno.

Debe mencionarse que en una de las partes de la carta, Aguilar asegura que entregó “más de 21 notas en casa de Gobierno (…) dirigidas al Sr. Presidente. Todas ellas selladas y firmadas como recibidas” y asegura saber acerca de “la existencia de un plan de desestabilización”. La trama la repitió el espía ante el juez Norberto Oyarbide.

Demasiadas casualidades.


El libro

Los periodistas Guillermo Arisó (3) y Gabriel Jacobo (4) investigaron exhaustivamente lo sucedido antes y después de los sucesos de diciembre y volcaron su experiencia en un elocuente —y no menos brillante— libro llamado El Golpe SA, en el que desentrañan los pormenores de lo ocurrido en torno a la caída de De La Rúa.

A ese respecto, los autores detallan un panorama que nos permite entender parte del contexto de esos días: “La complejidad de intereses en pugna que hay en nuestro país demuestra que existen muchas orfandades normativas, que no ponen un límite claro entre los derechos y necesidades de la sociedad y los intereses de las corporaciones.

Pocas dudas puede haber acerca de que en el año 2001 en la Argentina se tramó y realizó un golpe de Estado. Esa corporación bien se pudo haber llamado ‘El Golpe S.A.’ y por la disparidad de socios y accionistas, de intereses económicos y políticos, que se conjugaron para un mismo fin: tomar el Estado como botín de una guerra política y económica”.

Más adelante, Arisó y Jacobo cuentan dos anécdotas reveladoras: “El Mercurio, de Chile, en su edición del 9 de enero de 2002, tituló: ‘Menem acusa a Duhalde de derribar a De la Rúa’. El ex presidente, en la nota, vinculó también a Ruckauf y Alfonsín. En su declaración ante la justicia argentina, Menem habría ratificado todo lo que dijo ante el diario chileno.

Meses después de la asunción de Duhalde, allegados directos a fuentes norteamericanas de información dejaron trascender que altos integrantes del Gobierno solicitaron y recibieron de algunos empresarios y banqueros una cifra varias veces millonaria en dólares para decretar la pesificación asimétrica sin límite de montos.

A pesar de que la primera fuente de esta versión podría ser poco confiable, y seguramente interesada, un influyente senador de la UCR reveló cara a cara a los autores de este libro que el decreto 214102 (pesificación de todas las deudas) ‘salió en 24 horas, fue un gran misterio y ni siquiera se sabe quién lo redactó’. Consultado sobre las versiones referidas a que se pagaron varios cientos de millones para que ese decreto viera la luz, afirmó en silencio. Un diputado del peronismo también lo corroboró sin dudar durante la entrevista que se le realizara para esta investigación”.

Más claro, echarle soda…


La entrevista

“Hacer este libro nos llevó un año y medio”, comenta café de por medio Guillermo Arisó, “es una guía para desentrañar un laberinto borgiano y kafkiano que constituyó la caída de Fernando De la Rúa. Si bien la trama que descubrimos, por fuentes que nos exigieron un estricto ‘off de record’, corresponde a un golpe de estado, también ese gobierno invitó a que esto ocurra. Efectuado para lograr una devaluación que trajo aparejada una brutal transferencia de recursos, que aniquiló el poder adquisitivo de los salarios de los sectores de menores recursos, y benefició a la burguesía nacional pues así pudo licuar sus deudas. Con el telón de fondo de la disputa económica entre los dolarizadores y los devaluadores, cuyo enfrentamiento enconado se llevó puesto a un gobierno. El Golpe SA. es el revés de la trama, que surge cuando con Javier nos juntamos en un almuerzo y cotejamos lo que comentaron sobre el tema algunas fuentes comunes. No nos sorprendió para nada el silencio de los grandes medios, que se mantuvieron absolutamente fieles al pacto de silencio porque este tema les resultó indudablemente demasiado pesado. “La investigación que están haciendo es inútil —dijo alguien que entrevistamos—. Los que realmente tienen la información no hablan, y los que hablan no tienen la información. Cuelguen los botines que es tiempo perdido. No van a sacar nada en limpio”.

“Nosotros lo miramos con cara de suficiencia. Era uno de los primeros reportajes que hacíamos para esta investigación y derrochábamos a los cuatro vientos la seguridad de los osados. Él apoyó las manos en el escritorio, se paró, y dio por terminada la entrevista”.

Es la declinación de la tarde del lunes 21 de marzo, inicio del otoño, y este cronista dialoga con los nombrados, buscando dilucidar el “detrás” de tanto silencio oprobioso. “Pero el plan de los devaluadores no se cumplió”, continúa Ariso, “Remes Lenicov no estaba tan errado, pero no llegó al seguro de cambio aunque sí logró la pacificación y la devaluación. Básicamente, esta trama constituyó el trasfondo del enfrentamiento entre el sector financiero y la oligarquía exportadora, o sea la provincia de Buenos Aires contra el resto del país. Y la clave, se encargó de elaborarla Duhalde, cuando cinco meses antes del 19-20 de diciembre, en agosto, charlando con sectores financieros neoyorquinos, les comenta que en diciembre el presidente argentino iba a ser él. Pero para lograr esto no estuvo solo, puesto que contó con la inapreciable ayuda del radicalismo bonaerense que lo apoyó en bloque. También contó con el apoyo de la Liga Federal de Ramón Puerta, mientras que Cavallo, aunque se obstinaba en no prestarle dinero a la provincia, por detrás bancaba a Ruckauf”.

“Aunque todo esto fue una vertiginosa ordalía”, enfatiza Jacobo, “en la actualidad parece que pasó un siglo de estos sucesos. Porque, viendo lo que está sucediendo, parece que los argentinos no aprendimos nada. Nuestros gobernantes, parecen que no pueden, pero en realidad no quieren acabar con la maldita corporación política bonaerense, que desde 1987 ostenta un poder absoluto. Por eso, estamos asistiendo a una degradación del sistema del sistema democrático, y la gente se limita a una participación netamente tangencial. En estos 20 años, el capitalismo argentino se convirtió en el zorro al que dejaron suelto en el gallinero pues la teoría liberal del derrame fracasó estrepitosamente”.

Las palabras de Arisó y Jacobo de pronto se vuelven proféticas. De golpe, nos comienzan a cerrar un montón de cosas que nos habían quedado en el aire.

De golpe… empezamos a entender el golpe.

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(1) Mario Aguilar Rizzi es uno de los tantos denunciadores públicos que pululan por ahí, sólo que tiene el prestigio de haber anticipado algunos temas clave, como el atentado a la AMIA y la muerte de Carlos Menem Junior.

(2) La reunión fue con Christian Sanz en una confitería de Liniers, en Capital Federal.

(3) Guillermo Arisó es licenciado en comunicación de la UBA, donde fue jefe de trabajos prácticos de la cátedra de Aníbal Ford. Es consultor en comunicación masiva y comunicación pública y ejerció el periodismo gráfico en distintas publicaciones como editor, redactor de política y colaborador en temas de filosofía, sociología y semiótica. Su mail es ariso@ssdnet.com.ar

(4) Gabriel Jacobo tiene un posgrado en periodismo institucional en la OEA (centro de ex becarios de Naciones Unidas) y fue docente en el Círculo de la Prensa y consultor en comunicación. Trabajó en varias publicaciones de la editorial Perfil y en el diario La Prensa. Fue adjunto de la Dirección de Relaciones Institucionales y responsable de prensa de Azul Televisión. Su mail es Gabriel.jaco@hotmail.com.

(*) Con la colaboración de Fernando Paolella

(c) Diario Mendoza Today. Fuente del artículo.

TODA LA DERROTA DE FRENTE

879 586 Juan Emilio Mirabustos

Se acabó lo que se daba. Como cada elección post PASO, se confirma, números más, números menos, lo que sucedió en las urnas. Los segundos pueden remontar un poco más lo pésimo que les fue dos meses atrás, pero no les alcanza para “darlo vuelta”. Le pasó a Juntos por el Cambio, en la remontada más épica que haya tenido una coalición en toda la historia de nuestro país. De un mamarracho de 17 puntos de diferencia, terminó perdiendo por 7. Sí, diez puntos subió poniéndose al hombro una campaña internacional, una masiva concurrencia a las urnas y también, apoyados con el desplome del peso horas después del resultado de unas PASO que aclaraban el panorama para que el kirchnerismo vuelva al poder, con un Alberto Fernández como candidato a presidente que a principios de ese mismo año seguía despotricando contra su empleadora Cristina Kirchner. Allí ocurrió otro fenómeno explícito: la compra de voluntades políticas. Ocurrió en nuestro distrito. Lucas Franco, el eterno y más combativo opositor del kirchnerperonismo, se sentó con Mariano West (el mismo que lo mandó a golpear en una de sus protestas unos años antes) en la Petrobras de Victorica y la vía. Meses después, consigue una banca de concejal haciendo los dedos en ve, tragándose un sapo del tamaño de su orgullo y traicionando a cada uno de sus compañeros del Frente Progresista que lo apoyó en sus caminatas, mate y termo de por medio. A nivel nacional, la agachada monumental de Segrio “ventajita” Massa quien, desde su Frente Renovador, le dio pelea a un kirchnerismo herido en las elecciones de 2013 y se la ganó. Pero así como a Franco o a Alberto Fernández, la cooptación llegó rápida. Él quedó como presidente de la Cámara de Diputados y su esposa, Malena Galmarini, como directora de AySA, la empresa paraestatal que maneja el agua de la provincia. Y lo logró apenas sabiendo cuál es la canilla caliente y cuál la fría. “Gobierno de científicos, no de CEOs” dijo quien hace que funge como presidente.

Si bien el resultado final fue de fotografía de carrera de caballos, Juntos por el Cambio volvió a ganarle al peronismo en la difícil provincia de Buenos Aires, lo cual no es un dato menor.

Pero en todo este entuerto, que vaticinaba un peronismo otra vez eterno, sumado a empresarios periodísticos embelezados por ese espejito de colores del “Alberto moderado”, apareció la pandemia del coronavirus, luego llamado Covid 19. Resignados muchos, enfervorizados algunos, depositaron toda su esperanza en el paternalismo del flamante presidente. Fueron meses que le perdonaron todo, hasta que su joven pareja organice un programa ómnibus para recaudar dinero para combatir la pandemia del cual se sabe menos que con todo lo que se recaudó en el Fondo Patriótico de Malvinas. Llegó a tener casi el 70% de aprobación por cómo “gestionó” la pandemia, quedate en casa que yo te cuido y coso. Pero ese castillo de naipes se cayó al primer chiflete. Se llevó puesto a ministros que se colaron en la fila para vacunarse y organizó un cumpleaños en Olivos durante las más fuertes restricciones. Eso último fue el “cajón de Herminio” que devino durante las PASO en una paliza histórica para el peronismo que se creía “eterno”.  Parecía que se iba a repetir o ampliar ese cachetazo. Pero, rápido de reflejos para cooptar a un complaciente electorado, decidieron emitir más billetes y hasta hacer sorteos de autos para que los voten. El famoso “plan platita”, con Máximo Kirchner como autor intelectual. Al estilo Alberto Rodriguez Saa, que en elecciones pasadas, tras perder, les escribió una carta pública a sus coprovincianos golpeándose el pecho y entristecido porque no lo votaron. Él mismo salió a la calle con un cuaderno para anotar las dádivas que les tenía que dar a cada persona para que lo voten. Y ganó. Al revés que la frase, la culpa no es de quien le da de comer al chancho.

Y eso se sintió fuerte en nuestra difícil provincia, donde sólo se le puede ganar al peronismo con un mínimo márgen, como pasó esta vez, donde Diego Santilli le ganó por casi dos puntos a Victoria Tolosa Paz, la esposa del mejor amigo del presidente (otra vez volvemos con los favores políticos), una impresentabilidad caminando, llena de yerros y ahperomacris, que sólo está ahí arriba porque hace los dedos en ve.

Vaya uno a saber por qué razón, Alberto Fernández presentó una derrota de 8 puntos como una victoria. Aquí junto a la esposa del publicista peronista Pepe Albístur, quien le prestaba su departamento de Puerto Madero al actual presidente y Máximo Kirchner, el autor intelectual del clientelismo explícito que hubo en la provincia y que les sirvió para subir 3 puntos más que en las PASO.

Alberto está cada vez más gagá. Lamentablemente, ni moderado ni independiente. Desde el principio que se sabía que el poder era de Cristina, pero a los medios no les importó porque volvía la pauta pornográficamente gigante. Decir que “el miércoles salgamos a festejar el triunfo” cuando se perdió en todo el país por 8 puntos de abrumadora diferencia, es de una pérdida no sólo electoral, sino también de tiempo y espacio. La presidenta vice no apareció para la foto de la derrota. Debió ser por eso que trataron de disfrazar una paliza como un tropiezo. Se van a aferrar en la casi “dada vuelta” de Buenos Aires, pero enfrente tienen a una provincia que se tiñó de amarillo y liberales agrandados a más no poder tras convertirse en tercera fuerza electoral.

Nadie daba un peso por María Eugenia Vidal como candidata en CABA. Aunque no llegó a perforar el techo de los 50 puntos, al final, la ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires arrasó en la capital del país sacándole 22 puntos de ventaja al ex opositor a los K Leandro Santoro que, al igual que la plana mayor del peronismo, habló de una “elección histórica”. Los números, históricos, no se lo confirman.

Y no es para menos. A caballo de un Javier Milei cada vez más desbocado, enamorando con su forma de ser a milenials y centenials que ven videos de Dannan o Laje en youtube, además de electores desencantados con las dos coaliciones mayoritarias, construyó una fuerza de casi ultra derecha a la que no le cabe del todo el debate y el diálogo, que no duda en insultar o poner en duda hasta la sexualidad de quien lo mire cruzado y que del cual sólo se sentaría a tomar un café con Patricia Bullrich, quien no se presentó en estas elecciones de medio término pero recorrió el país para armar equipos que llevaron al triunfo en gran parte del país a la coalición republicana-democrática Juntos por el Cambio. Nadie duda que Pato está construyendo su candidatura a presidente para dentro de dos años, aunque ella no lo admita públcamente. Es la referente de los “halcones”, el ala dura del cambiemismo y la mejor fuerza de choque que tiene una coalición que se destaca por su dialoguismo, algo que a su vez se convirtió en su espada de Damocles. Muchos “libertarios” le abrieron sus brazos a Bullrich y hasta referentes de la comunicación en redes sociales, como Alvaro Zucarelli, no dudaron en sacarse la foto con la presidenta del PRO. La brillante gestión como Ministro de Seguridad en los años macristas fueron un punto más que favorable en su andar político. ¿Habrá quizá mínimamente un diálogo con Avanza Libertad? Javier Milei hace dos meses dijo que sí, hoy dijo que no. Nadie le pide que sea moderado a un personaje novato en la política como el economista, pero debería poner en su agenda un poco de mesura en lugar de fogonear a post-adolescentes todo el tiempo. Algo parecido pasa con José Luis Espert, quien empezó a construir su imagen política en silencio a través de videos en youtube llamados “Tiernópolis”, producidos por gente afin en simpatía a Mauricio Macri. Al descubrirse candidato, ninguneó a todos y se largó solo. Eso jamás se lo perdonaron sus ex amigos. Hoy Espert se consolida a la sombra de la revelación libertaria en estas elecciones, aunque sus desafortunadas frases pidiendo “bala” a los delincuentes no lo acercan ni al halcón más bravo de Juntos. La realidad es que consiguieron un piso de votos lo suficientemente importante como para negociar con la oposición del kirchnerismo. Y el resultado de este domingo aclara un poco más ese panorama.

Durante el discurso de Victoria Villarruel, un custodio amaga a desenfundar un arma en pleno escenario de Avanza Libertad en el Luna Park, ante una supuesta invasión del público. El custodio fue echado del recinto, al igual que Gustavo Durini, quinto candidato por la coalición libertaria, que se encontraba borracho en el recinto y molestando a sus propios seguidores. El líder de ese partido, Javier Milei, repudió el primer hecho y relativizó el segundo. Dos imagenes poco amables para un partido que recién empieza a tener espacio en la política argentina.

¿Y Moreno? Sigue siendo lo que hay. De poco sirvieron las denuncias de fraude en un distrito donde, además del clientelismo peronista, tiene una intendente piquetera. Populismo hasta el paroxismo. El peronismo ganó por casi 18 puntos pero sucedió lo que en la mayoría de los distritos: nunca pudieron superar la barrera de los 50 puntos, algo inaudito en los municipios donde el caudillismo peronista parece infranqueable. Y además, tienen enfrente a dos fuerzas opositoras que, juntas, se le pueden acercar mucho si esta tendencia de merma de votos populistas sigue creciendo en dos años. Mientras que Juntos en Moreno casi llega a los 30 puntos, Avanza Libertad cosechó casi 16000 votos y estuvo muy cerca de que Néstor Botazzi llegue a ser concejal. El peronismo sigue siendo el patriarca de las zonas más pobres, donde puede aparecer una Mariu Vidal y les hace el asfalto que el peronismo jamás le hizo, pero llega el peronismo con una bolsa de polenta y van y los votan a ellos. Un quiste que costará aún más años extirpar en el definitorio conurbano bonaerense.

Nancy Sena, quien se hizo popular por ser el primer travesti en casarse en Moreno (luego divorciarse) y tener un DNI con el sexo cambiado, consiguió empleo en el municipio y de ahí comenzó una carrera cuasi-política en defensa de la sexualidad diversa. Actualmente tiene un programa en la radio del municipio y milita fuerte a favor de la intendente Mariel Fernández. Aquí vemos a Nancy, aparentemente festejando, en el bunker kirchnerperonista del Teatro Italiano, el mismo lugar donde Mariel pidió “desaparecer” a Mauricio Macri y María Eugenia Vidal dos años atrás.

¿Grandes derrotados? Sí, claro. El peronismo perdió la mayoría automática que tenía en el Senado desde 1983. Es un avance inmenso. El Senado deja de ser la escribanía del peronismo y a CFK se le va a hacer más difícil todo en su aguantadero. En Diputados la cosa también cambia, aunque el dialoguismo va a ser la estrella en este nuevo período que comienza el 10 de diciembre próximo. Los melones se empezaron a acomodar en la carreta. El peronismo dejó de ser “infinito” después de 18 años y todo puede suceder. Lo bueno de todo esto, es que ahora sí, la incertidumbre dejó atrás a la resignación.

#SOSCuba: EL BRUTAL HILO DE UNA ARGENTINA QUE FUE TURISTA EN LA ISLA Y DE CUBANOS CLAMANDO LIBERTAD

739 415 Juan Emilio Mirabustos

No todo fue ver triunfar a la Selección como si se hubieran recuperado las Malvinas de nuevo. No todo fue la desesperación del peronismo por la foto con el equipo campeón de América frente a los golazos políticos que uno tras otro está dando una oposición que de a poco se rearma de cara a las elecciones más importantes en años de democracia argentina. En todo el mundo la pandemia provocada por el mayor virus de la historia contemporánea está, ahora sí, desnudando a muchos reyes que parecían intocables.

Cuba, la isla comunista por excelencia, el último páramo del régimen más inútil y vetusto de la historia reciente junto a Corea del Norte y Venezuela, está viviendo horas cruciales con manifestaciones en casi todos los puntos principales del país. Así es también el contraataque de la dictadura que comenzó hace ya más de 6 décadas, prometiendo libertad y coso, tras derrocar a Fulgencio Batista en los años 50. Ya empezaron a aparecer los mercenarios del castrismo a reprimir y a cortar todo tipo de comunicación. Así y todo, como sea, los cubanos que quieren de una buena vez “patria y vida” siguen caminando por las calles, clamando que tantos años de auto-bloqueo al mundo, se acabe de una vez. Todo es cuesta arriba; están solos ante un monstruo lleno de balas por descargar.

LaTanaOriginal es una tuitera argentina que ya ha ido varias veces a la isla, mayormente con fines turísticos, pero no se quedó encerrada en esa nube de gases hecha para los turistas. A través de un “hilo” en la red social, empezó a contar sobre la cruda realidad de la isla caribeña. Un verdadero callejón sin salida donde la única forma de escapar es en balsa esquivando tiburones.

El 30 de mayo comenzó a escribir: “¿Quieren discutir sobre medicina cubana o sobre condiciones de vida en Cuba y conocen Cuba? Los espero.

1- El mito de la medicina cubana: tienen una alta tasa de médicos per cápita; es gratis y es la única manera de trabajar en contacto con turistas. Hay cardiólogos vendiendo pulseras, siendo camareros, etc. En mi primer viaje en 2001, el canal de tv anunciaba “Cura para la hepatitis C”. Me quedo mirando. Era Interferón, usado en el mundo desde 1980 aproximadamente. Desde ya que, si vivís en Cuba y ves solo los dos canales del estado (no hay otros), creés que descubrieron una droga para curar la hepatitis C. No, no existe tal droga cubana.

En mi primer viaje descubrí el comunismo. Puro y duro. Unos 50 hombres sentados mirando una TV de 20 pulgadas con el único canal que les dejan ver. Programas infantiles donde hablaban de Fidel todo el tiempo. Mentiras flagrantes y burdas, que sólo el que no ve otra cosa puede creer.

Fui al Tropicana, como todo turista. Vi bailarines del mejor ballet que tienen, del que facturan, con los zapatos agujereados y las medias cosidas. Le pedí unos datos a una coreógrafa; en mi siguiente viaje llevé 30 pares de zapatos. Casi me detienen por ingresar UNA DONACIÓN.

2- La educación: los niños van a la escuela con uniforme (creí que era una escuela privada); se los da el gobierno al inicio de clases y tienen que DEVOLVERLO al finalizar el año. Si en un año te crecen los pies, mala suerte. Una señora me corrió una cuadra para cambiarme un mantel por una gomita de pelo de esas baratas que compramos acá por dos mangos. Allá no había. Ni siquiera elástico y cinta para hacer moños en el pelo. Ni pomada para el calzado, cosas obvias para nosotros. Después del horario escolar los niños TRABAJAN EN EL CAMPO PARA PAGARLO. A esa señora que me queria cambiar un mantel por una gomita de pelo, se la llevaban dos de los miles de tipos del gobierno que están por todos lados vigilando todo. Arrastrándola como si fuera un delincuente. Intervine. Casi fue mi segundo problema con la autoridad en Cuba.

En el mismo día, en Santa Clara, cinco o seis mujeres me dieron papelitos, no vendían ni pedían. El papelito decía sus datos y POR FAVOR, ESCRÍBAME UNA CARTA PARA QUE VAYA A TRABAJAR A SU PAÍS PARA QUE ME DEJEN SALIR. Una persona poniendo su vida en manos de otra, desconocida.

Tres autoridades del aeropuerto se pasaban mi pasaporte de mano en mano con cara de duda: tenía una funda plateada con alas, de Victoria’s Secret y ellos no entendían bien que no era parte del documento, sino una funda. Nunca habían visto un artículo similar y era SOSPECHOSO.

En una callecita de La Habana, mi ex estaba sacando fotos, yo sacaba por otro lado, se aleja y lo rodean mujeres. Me acerco, una me ve y se pone a llorar pidiendo disculpas, que no sabía que estaba conmigo, que por favor no diga nada. LE ESTABAN OFRECIENDO NIÑAS MENORES.

En el primer viaje entendí muy bien por qué un hotel 5 estrellas te ponía un solo jabón para toda la estadía: NO TIENEN. Tampoco te dan una birome para completar el check-in. El azúcar es un día rusa, al otro española, y así como la manteca, de distintos países porque NO PRODUCEN.

Ingenua, le pregunté al guía ¿y si quiero venir a vivir acá, puedo comprar una casa? Las casas son del gobierno; no se venden, se otorgan, donde el gobierno disponga, pueden ser a compartir con otras familias si tienen habitaciones libres. Nadie puede comprar ni vender, como acá.

En el primer viaje supe que había tres monedas: CUC (cubano), cubano convertible, y euros que usábamos los turistas. También circula el dólar, solo en el mercado clandestino en el que un camarero puede recibir una propina y con eso comprarle a un turista UN JEAN, por ejemplo.

Los habitantes de la isla que no tienen contacto con turistas, simplemente no pueden comprar (tampoco hay dónde), viven de alimentos que les da el gobierno, y trabajan TODOS PARA EL ESTADO. Del primero al último: azafatas, pilotos, maestros, médicos, todos trabajan para el estado.

Fui a un shopping (estatal, obviamente) y vi un local de joyas, quedado en 1950. Vendían Rolex, cuatro mujeres en ojotas, mal vestidas, con medias cosidas mil veces. Como en un municipio pobre. Gráficas quemadas por el sol, arena en el piso. En un local de Rolex.

Un día vi una larga fila de gente, y en una cosa similar a un refugio de colectivos, sin paredes, sólo techo y columnas de cemento, paraba un camión (sin caja fría) y bajaban con unos cajones de madera (al sol) con pedazos de carne que la gente se llevaba en sus manos.

Esa es la forma que tienen de tener alimentos, los reparte el estado. ¿Y si uno siembra su huerta?, pregunté. Es del estado, lo que coseches se lo llevan, por eso nadie siembra nada, ni se molesta en producir NADA. No existe la propiedad privada ni el acto de comprar/vender.

Los escasos locales son para los turistas. Los cubanos no compran porque prácticamente no usan dinero. En un free shop vi una empleada acomodando preciosamente una fila prolija de SHAMPOO SEDAL. Tenían eso a la venta, CDs de salsa, habanos y ron, eso es todo. Nadie les vende nada.

En el primer viaje mi ex me dice “le voy a dar una buena propina al camarero así nos atiende bien” Le dio cien euros. Al otro dia el señor sabía que yo tomaba café doble no tan fuerte y él, Decaf. Charlando le preguntamos cuánto ganaba al mes: 25 euros. Le saqué una foto y le pedí su mail para mandársela. No tenía, no sabía que era eso. Era gastroenterólogo. Se consideraba privilegiado porque podía trabajar en turismo. Del hotel los llevan a sus casas y nuevamente al trabajo, bien vigilados para que no se roben comida de los hoteles para sus familias.

¿Internet en el hotel? 50 euros la media hora, velocidad dial up. Dato: no se podia ingresar a Hotmail ni a ningún sitio que fuera de EEUU, directamente banneado del buscador. Ni siquiera los turistas, pagando, podían acceder a información que no fuera del gobierno.

En mi último viaje (2011) vi con mis propios ojos cómo bajaron a un matrimonio mayor de españoles, y los dejaron llorando afuera del vuelo, en la pista. Sus dos lugares fueron ocupados por tipos del servicio, de bigote, pelo con gomina y Rayban negros, chinos. Sin explicaciones.

La cantidad de cosas atroces que ví se están agolpando en este momento en mi cabeza. En Cuba no hay basura en las calles, como acá, que en los lugares pobres hay basura y perros callejeros. En Cuba no hay basura, ¿se entiende? Nadie produce basura porque no tiene nada que tirar.

La poca comida que tienen, se las da el gobierno; es un poco de carne al mes, arroz y frijoles (porotos), no hay envases, ni botellas, ni cajas, ni envoltorios. Los únicos que producen basura son los hoteles. La única vez que vi un perro, estaba trabajando: lo usaban para vender fotos. Un perro salchicha con una camisita; te podías sacar una foto a cambio de dinero. Para los cubanos, tener una mascota es un lujo capitalista, porque consume alimentos y no produce nada. Nunca vi un niño con un juguete; ni una juguetería, por ejemplo.

En un viaje intenté comprar luego de una escala, desodorante y protector solar que habían quedado olvidados en otro hotel. Había. Bien. Vencidos hace cinco años. Mal. Lo digo siempre: lo peor de Cuba no es la pobreza, que es extrema, sino la opresión y la dictadura, que es peor.

En un restaurante del hotel de La Habana, pedi una pasta y eran fideos secos (pensé que no podía estar en mal estado): tenía gorgojos. Lo poco que tienen, es para el turismo; casi ningún país les vende nada, y sólo producen ron y habanos: El mantenimiento de las construcciones, de 1950.

Los cubanos no pueden ir a la playa. Muchos se mueren sin conocer el mar, porque el mar es lo único que tienen para los turistas y los cubanos no pueden ir a las playas a las que va el turismo. Por otro lado, según ellos, no necesitan.

No, tampoco se puede decir que sos homosexual. Tampoco podés tener una pareja de tu mismo sexo. Mucho menos que te vean. Ni hablar de oponerte al régimen. Si por tratar de cambiar un mantel por una colita de pelo se la llevaron arrastrando, imaginen ustedes el resto.

Las casas son del gobierno, los autos también. Si el gobierno te da un auto por tu trabajo, no podés trasladarte de un punto al otro sin levantar a la gente que esté esperando. Repito: no es tu auto, es del gobierno y ellos deciden. Hay muy poco transporte público y antiguo.

Me estoy acordando de datos interesantes: ningún ciudadano de los EEUU puede ingresar a Cuba ni como turista; entonces se llena de canadienses, europeos, lituanos, coreanos… cualquier cosa menos estadounidenses. Para ingresar te exigen una visa que es un papelito suelto que no deja registro. Saben que en algunos países puede ser problemático volver de viaje con un sello de Cuba en el pasaporte, y tienen la gentileza de no sellártelo, salís de tu país y volvés, pero tu pasaporte no dice dónde estuviste. Así logran que el turista vuelva sin problemas. Por eso cada vez que un desubicado me quiere cuestionar algo sobre Cuba, le pregunto de qué color es el sello que le pusieron en el pasaporte al ingresar. Si responde azul o negro, nunca pisó Cuba.

De más está contarles que cada escuela, hospital o edificio al que le puedan poner nombre, le ponen el de José Martí, Máximo Gómez, Antonio Maceo, o cualquier variante de Fidel y sus amigos. El aeropuerto se llama José Martí, por ejemplo. Las viviendas se caen a pedazos, pero la propaganda (estilo 1950, porque no conocen otra) llena cada paredón con grandes pintadas de rostros y banderas; por donde mires, hay un mural. Podrían usar esa pintura para hospitales o escuelas, pero no, todo propaganda. Subís al vuelo y ahi está en papel GRANMA, el único diario. Diario es una forma de decir, en realidad es el boletín oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Si los cubanos pudieran leer cómo es el mundo fuera de ese Truman Show, harían una revolución en un año. Pero no pueden, es una isla y controlan todo.

En mi primer viaje quería saber por qué ese fanatismo de Cuba con el Che Guevara. Hasta que fui al mausoleo. Donde mires (fuera del hotel) ves pobreza estructural, atraso, ignorancia sobre el mundo actual, pero llegás al mausoleo y es un lujo inmoral.

Le pregunté al primer guía que me llevó de Cayo Coco a Trinidad y Cienfuegos si los turistas podíamos conocer desde afuera Guantánamo (de curiosa). Hizo parar al bus, me hizo bajar y me llevó con dos que estaban en una esquina, les dijo que yo quería conocer Guantánamo y me empezaron a interrogar de modo poco amable sobre mi interés en la base de Guantánamo, si tenía familiares en EEUU y cosas asi. Creo que nunca mas volví a preguntar ni donde queda la base de Guantánamo. Tienen un nivel de paranoia atroz con el “imperio”.

Yo fui en una epoca en la que trabajaba en adicciones, y obviamente pregunté si tenían ese problema ahi tambien. Me dijeron que drogarse está prohibido, es delito, te llevan preso. Despues de un par de dias me di cuenta: no tendrían ni con qué drogarse, aunque quisieran.

Dato: cosas que usamos cotidianamente y que muchos cubanos no usaron en su vida: papel higiénico, papel de cocina, pañuelos descartables, envases descartables, pañales descartables o toallitas, desodorante, dentífrico, traje de baño.

¿Que países le harían préstamos a un país como Cuba? Argentina, desde ya. Hace 46 años estamos tratando de cobrarles.

Agrego un detalle: Cuba es riquísima en petróleo. Varios de sus deudores propusieron como forma de pago, instalar bases para extracción. Pero claro, cuando todo está funcionando, quizás te lo expropian. Así son las dictaduras, les vale mierda matarte de hambre.

Esto es parte del impresionante hilo escrito por esta usuaria de twitter que se puede ver completo aquí, con más fotos, testimonios externos y algún que otro desubicado o desubicada de izquierda diciéndole que “destila odio”.

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